La Selección Mexicana terminó su preparación de cara a su debut en Rusia 2018 con una derrota inesperada ante Dinamarca en menos de 5 minutos, donde no se supieron reponer del primer gol que fue una auténtica joya por parte de Poulsen y donde Ochoa no tenía nada que hacer. Pero ahora el tema no es tanto por qué se perdió el juego, más bien de qué carece nuestra selección que está jugando tan mal, porque por lapsos se le ven ganas y buen juego y al minuto siguiente, parece que no quisieran haber sido convocados.
3.- Un once inicial definido
Juan Carlos Osorio se la ha pasado haciendo rotación tras rotación, sin encontrar un once en el que confíe y que pueda ser su base para encarar cualquier duelo, llámese amistoso o dentro de la copa del mundo y es un problema grave, ya que los jugadores no terminan de acoplarse bien con los compañeros que tienen, cuando ya modificaron un sector del terreno; y cuando los que ingresaron comienzan a entender el ritmo que trae los que se quedaron en la cancha, les vuelven a cambiar el panorama con más cambios.
Uno pensaría que meter a los que están jugando mejor y conservarlos dentro de la cancha es lo obvio, pero algo sucede que a Osorio no lo terminan por convencer y estas rotaciones rompe el juego totalmente; sólo hoy dieron un primero tiempo muy bueno, con acciones destacadas y al iniciar los segundos 45 minutos, se vino abajo el poco progreso que habían logrado.
2.- Delanteros con gol
Hay calidad en nuestros delanteros, eso sin duda, pero algo sucede que en los últimos encuentros les cuesta mucho trabajo anotar un gol; si no es de forma fortuita, como lo fue en el duelo contra Escocia, difícilmente se logra marcar en el arco rival y esto es un hecho que debe preocuparnos, pues en el mundial nos vamos a medir contra selecciones que tienen definidos a sus goleadores, esos personajes que te cambian un partido y nosotros no los tenemos.
Carlos Vela, Hirving Lozano, Raúl Jiménez o Javier Hernández son quienes actualmente cargan con mayor peso para ser los goleadores de la selección; tanto por el buen momento, como por su hambre de gol, enjundia que le meten a cada partido e incluso por el simple hecho de ser los ídolos de la afición, están cargando en sus hombros la responsabilidad de hacer un buen papel en Rusia, pero ni siquiera en amistosos, con rivales “a modo”, han logrado marcar diferencia.
1.- Contar con el plantel al 100
Las lesiones han mermado sin duda alguna el vestidor, pues bajas sensibles como la de Guardado o Moreno, le quitan ese factor desequilibrante al medio campo mexicano y ni se diga del último escándalo en el que se vieron involucrados los seleccionados.
Hay muchos factores que les están quitando la concentración a los mexicanos; hay que ver el ejemplo de Alemania, que aunque un tanto exagerado, no pueden beber alcohol o estar en redes sociales. Puede ser extremista, pero saben de forma interna que se debe pensar en el triunfo, entrenar cada día y de tener una mentalidad ganadora, aspecto que hemos dejado de lado, porque incluso los aficionados, no creemos en ellos y si ellos mismos no pueden confiar en sus compañeros y estar concentrados en ganar, no podemos pensar en un quinto partido, tal vez ni en un cuarto.
La Selección de México tiene potencial, de eso no hay duda; tiene hambre de gloria, de sobresalir y claro que se puede lograr, sólo falta estar enfocados y en creer que se puede alcanzar, porque si no nos lo creemos nosotros, mucho menos lo harán los rivales.
