Hace unos días los aficionados japoneses y colombianos se llevaron las palmas en redes sociales luego de que, al terminar el partido de Colombia vs. Japón, todos se unieran para dejar limpio el estadio. Esta hazaña se hizo viral y se aplaudió el hecho de que los nipones, conocidos por su gran cultura de limpieza y su buena educación, estén transmitiendo este tipo de cosas a los fans del futbol de otros países.
Mientras los colombianos “vivos” están “orgullosos” de meter licor al estadio en Rusia, los japoneses recogen la basura que hicieron luego de hinchar a su equipo. Esa es la gran diferencia de lo que somos. pic.twitter.com/n0nDBWojP1
— waldir ochoa (@WaldirOchoa) 19 de junio de 2018
Para fortuna de todos esta costumbre por fin se le ha “pegado” a los fans mexicanos, ya que en el internet han comenzado a circular videos en los que se ve a los aficionados mexas recogiendo su basura luego de que finalizara el partido de México contra Corea del Sur. ¡ORGULLO NACIONAL!
Aficionados mexicanos se ponen a recoger la basura tras la victoria de #MEX sobre #KOR en el Rostov Arena.#Rusia2018
Vídeo de mi compadre @soymrgabo. pic.twitter.com/eh6jKorMNg
— Miguel Balderas (@mbalderas_) 23 de junio de 2018
Y no sólo lo hicieron nuestros compatriotas allá en Rusia, también en el Zócalo de la CDMX varias personas que fueron a ver el partido se encargaron de recoger su basura cuando finalizó el juego.
No es Japón, no es Rusia, no es Corea, no es Alemania. Es el Zócalo, en donde los aficionados mexicanos también recogieron su basura. 🙌 Ahí te va, #Chicharito 😍#ImaginemonosCosasChingonas pic.twitter.com/7xDU84oRqk
— Guillermo Guerrero (@guillermo_ga) 23 de junio de 2018
Esta costumbre la “inauguraron” los japoneses en el Mundial de Brasil 2014, en donde a pesar de que perdieron contra Costa de Marfil, se encargaron de limpiar el estadio con ayuda de los hinchas brasileños. ¿A esto se habrá referido “Chichadios” cuando dijo que hay que imaginarnos cosas chingonas? Probablemente no, pero qué orgullo saber que aún hay mexicanos que dan el buen ejemplo. ¡Sí se puede!