Lionel Messi se queda en el Barcelona, por lo menos un año más después de que declinara hacer una guerra jurídica con el club que le ha dado todo, y esas son buenas noticias para la afición del equipo blaugrana, y malas para los “antimessi”, que deseaban ver el mundo catalán arder.
En principio, esta es una victoria para la directiva de Josep María Bartomeu, pues contará con el argentino durante el último año de su mandato, pero también la lectura se presta para una especie de guerra fría partiendo de las declaraciones de Messi en contra del presidente.
“Dijo que al final de temporada podía decidir y al final terminó no cumpliendo su palabra… Hace tiempo que no hay proyecto ni nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros”, dijo el argentino, por lo que es momento de analizar lo que rifó y lo que no rifa de la permanencia de Messi en el Barça.
Lo que rifa con Messi
Despedida digna: Una despedida por burofax no es la ideal para un jugador que ha hecho tanta historia en el club catalán. Tampoco una goleada 8-2 y sin público habría sido lo mejor para el argentino, quien se podrá marchar dentro de un año de una manera más digna y seguramente con público en las gradas… aunque las esperanzas culés sueñan con que Messi renueve contrato.
Proyecto Koeman: El nuevo técnico del Barcelona podrá contar con el argentino para echar a andar su proyecto deportivo, el cual habría quedado huérfano sin Messi.
Venta de playeras: ¿Quién no va a querer la última playera de Messi con el Barcelona? Obviamente los merengues y los “antimessi” quedan descartados, pero los fans del club catalán y los seguidores de Messi tendrán casi un año para adquirir el jersey blaugrana con el número 10.
Récords: Lionel ya es el máximo goleador en la historia del club, los títulos le sobran, pero está a las puertas se convertirse en el futbolista que más partidos oficiales ha disputado. Actualmente suma 731 partidos, 36 menos que los 767 que acumula Xavi Hernández, a quien podrá superar esta campaña.
Lo que no rifa
Guerra fría: Messi se queda por su amor al Barcelona, pero dejó claro que con Bartomeu las cosas no están bien. El presidente del club ya no se puede reelegir el próximo año, pero su “bando” se presentará a las elecciones para continuar con el “proyecto” que arrancó con Sandro Rosell.
Si Messi continúa tirando en contra del actual presidente, la oposición (tal vez Joan Laporta), tendrá camino libre para llegar a la silla grande, esto podría provocar una inestabilidad institucional y más marcada entre jugadores y directiva.
Adiós al billetín: El traspaso de Messi al Manchester City le habría dado al club catalán una buena entrada de dinero por la operación, pero ahora el argentino se podrá marchar libre en 2021, con su salario íntegro y sin ganancias para el club, que para ese entonces podría tener nueva directiva, la cual tendría que pagar los platos rotos.
Se abre la puerta de salida: Barcelona raya en violar el Fair Play Financiero ante los alto sueldos de sus jugadores, y el que más dinero gana es Lionel Messi. El hecho de que el argentino se quede, obliga al club a deshacerse de jugadores, aunado a que hay una sobrepoblación en el ataque.
¿Dónde va a jugar Coutinho? ¿Qué hacer con los canteranos como Ansu Fati y Riqui Puig? Por otro lado, al Barça le urgen defensas y laterales y para traer, hay que dejar salir a nombres de peso.
No hay líder: Ya quedó demostrado que Messi no es precisamente un líder, sobre todo en los momentos malos. La salida del argentino habría significado un cambio en el gafete de capitán, pero el argentino mantendrá el gafete. ¿El Barcelona tendrá más de lo mismo?