Lewis Hamilton protagonizó una de las escenas más controvertidas del Gran Premio de Azerbaiyán, en el que requirió ayuda para salir de su auto al finalizar la carrera, debido a los fuertes dolores de espalda, causados por el incontrolable rebote o porpoising a lo largo de la carrera, por lo cual Toto Wolff se disculpó.
Los rebotes han sido uno de los temas más importantes a lo largo de la temporada 2022 de la Fórmula 1, y después de las imágenes de Hamilton, así como las quejas de Mercedes, la FIA tomará cartas en el asunto para el Gran Premio de Canadá con una serie de medidas con el fin de reducir los riesgos para los pilotos.
El porpoising ya es un asunto de seguridad
El efecto de los rebotes o porpoising se nota más en las rectas, cuando los autos alcanzan mayor velocidad y por lo tanto se relacionan más con el aire, el cual produce los rebotes. Entre más bruscos sean los rebotes, incrementa el riesgo de que un piloto pierda la concentración y por lo tanto crecen las probabilidades de un accidente, así como la baja de rendimiento.
Por ello, la FIA puede catalogar a los autos con rebotes bruscos como de alto riesgo y por lo tanto podría dejar fuera al monoplaza fuera de competencia, si no logra corregir.
Las medidas de la FIA
La FIA intervendrá durante la tercera práctica libre con una revisión de la parte central y más baja de los autos, conocido como piso, que es el que de pronto pega con el asfalto y hace que salgan chispas del auto.
La FIA inspeccionará cada auto y los pondrá a prueba con métricas basadas en aceleraciones verticales y si el resultado arroja que el auto es propenso a rebotes bruscos, el equipo estará obligado a eliminar o reducir a través de modificaciones.
La solución es “simple”, pues el efecto de rebote se reduce drásticamente aumentando la distancia entre el suelo del auto y la pista, es decir, levantando el monoplaza.
Posibles modificaciones en el reglamento
Para no dar ventaja a ningún equipo, la FIA analiza la opción de obligar a todos los equipos a levantar sus autos al menos un centímetro extra en relación del suelo de auto con la pista.
Esta decisión no se sometería a votación con los equipos al ser considerado un aspecto de seguridad.
Ferrari y Mercedes serían los más perjudicados
Mercedes y McLaren son los equipos que más han sufrido con los rebotes, aunque en Ferrari no cantan mal las rancheras, por lo tanto serían los equipos que tendrían que levantar el auto.
Sin embargo, al levantar el auto, éste perdería un porcentaje de succión con el suelo, lo que se traduce a un monoplaza más lento. Entre más cerca esté un auto del piso, tiene mayor velocidad, de modo que a Ferrari afectaría en el sentido en que Charles Leclerc y Carlos Sainz le dejarían paso libre Red Bull en la lucha por los campeonatos de constructores y pilotos.
Red Bull corrigió el efecto de rebote desde los test de Bahréin, aunque perdió rendimiento en las primeras carreras porque tenía un auto muy pesado respecto a Ferrari. La escudería austriaca redujo el peso, aunque Ferrari aún tiene un monoplaza ligeramente más ligero.
El caso de Mercedes es particular, ya que Toto Wolff aceptó que subestimaron los cambios en el diseño de sus autos en relación con la aerodinámica, o sea que tienen un auto mal diseñado. Para tratar de corregir ese aspecto han sacrificado a sus pilotos, en concreto a Lewis Hamilton.
De esta manera, el piloto británico y su equipo han apostado por aumentar el efecto de rebote a cambio de mayor velocidad como solución inmediata a los errores de rendimiento.
Pero la solución de la FIA (la de levantar la altura de los autos), no representa necesariamente la respuesta que Mercedes buscaba para mejorar el rendimiento, aunque sí es algo que puede agradecer la espalda de Hamilton y en definitiva es un dolor de cabeza más para los ingenieros del equipo alemán.