Los apodos en la NBA son grandiosos. Desde hace mucho tiempo los narradores, comentaristas y hasta los mismos compañeros de equipo tienen mucha creatividad y ponen sobrenombres que quedan para la posteridad.
Por supuesto, hay unos más buenos que otros y con eso, vamos a recordar a algunos de los mejores, de esos que marcaron época.
Karl Malone fue de los mejores en su tiempo, aunque los Chicago Bulls siempre le negaron un título. Junto a John Stockton, The Mailman se convirtió en uno de los mejores anotadores de la historia y su apodo viene por la capacidad de anotar cerca de la canasta, “dejando la carta en el buzón”.
El mítico, el inigualable Earvin Johnson. Una de las figuras más representativas de la liga y que tuvo una rivalidad grandiosa con Larry Bird. Su sobrenombre no necesita mucha explicación pues verlo en la duela era mágico.
El mejor de todos los tiempos, no hay más. Michael Jordan es un punto de inflexión en la NBA, un antes y un después y además de Su Majestad, su primer apodo fue Air. Todo por cómo volaba en la cancha a la hora de clavar la bola en la canasta. Parecía que flotaba, que se suspendía en el aire y nada lo podía detener.
Es muy raro que alguien solo se ponga un sobrenombre, pero Kobe Bryant lo hizo. La estrella de los Lakers se autoproclamó Black Mamba para poder sobrellevar los problemas que tenía fuera de la duela en 2003. Fue en búsqueda de inspiración y la consiguió.
¿Estás buscando respuestas? Pues Allen Iverson te las daba y en la cancha. El polémico guardia de los Philadelphia 76ers llevó prácticamente solo a unas Finales. Tenía estilo, tenía el juego y tenía una actitud que lo convertía en el villano de la liga.
A lo mejor no te acuerdas mucho de él, pero Jason Williams fue un muy buen jugador. Por supuesto, llamaba la atención que un blanco fuera tan hábil con el balón y hacía cosas que pocos habían visto. Asistencias por la espalda, entre las piernas y sin ver eran su firma.
Uffff… Jordan ponía el talento al igual que Scottie Pippen y Dennis Rodman ponía el músculo. Era un atleta feroz en toda la extensión de la palabra. Sin embargo, su apodo es El Gusano y no tiene nada que ver. El origen de su sobrenombre viene de su mamá, que le puso así porque se la pasaba arrastrándose y moviéndose en la casa de pequeño.
El mejor jugador en la actualidad, aunque te pueda caer mal. LeBron James es el más completo de la NBA y el máximo perseguidor (en números) de lo que hizo en su momento Jordan. Que le digan El Rey viene por obvias razones y no se necesita pensar mucho. Aunque claro, la verdad todavía no tiene la corona de Michael.
Shaquille O’Neal fue quien le puso así cuando jugaron Celtics y Lakers a principios del 2000. El centro de Los Angeles quedó impresionado con lo que hizo el muchacho y dijo: “Anota lo siguiente. Mi nombre es Shaquille O’Neal y Paul Pierce es la jodida verdad. Cítame tal cual y no dejes nada fuera. Sabía que podía jugar, pero no sabía que fuera capaz de hacerlo así. Paul Pierce es The Truth“.
¿Qué tiene que ver la medicina con el basquetbol? Pues nada pero a Julius Erving le decían doctor y es uno de los mejores apodos de la historia. Además de que es una leyenda, también explicó el origen de su sobrenombre y no es nada extraordinario. Se lo puso un amigo de la prepa porque él era el Doctor y su compañero el Profesor.