Anotar una canasta desde la línea de los tres puntos es algo bastante complicado. Es más, el récord de mayor efectividad en la NBA durante una temporada es de menos de 54%.
Ahora imagínate lo difícil que es conseguir anotar desde tu propio aro. Pues Zach Grady, jugador preparatoriano en Estados Unidos lo consiguió. El jugador de la escuela Bolinbrook vio como el tiempo se le iba entre los dedos y como buen chavo dijo: “a ver qué sale”.
El balón voló por toda la duela y ¡se metió limpio a la canasta contraria! Todos en las gradas y sus compañeros se volvieron locos. La alegría irrumpió el lugar y de pronto, el árbitro nos sale con que no valió. Según la autoridad del juego, la pelota tocó un objeto en el techo, por lo que eso es como si hubiera salido de la cancha.
No podemos echarle la culpa al árbitro, está haciendo su chamba, pero ojalá hubiera dejado que se dejara esto en la historia.