Este 22 de abril del 2016 el ex corredor de la NFL, Mashawn Lynch cumple 30 años de edad y lo celebramos, aunque con un poco de tristeza. Si somos honestos, a muchos les lastimó su retiro tan temprano, sobre todo pensando que aún tenía un muy buen nivel para seguir en los emparrillados.
Pero ¿por qué dolió su partida? La respuesta está en ese sentimiento de nostalgia al pensar en el pasado. En esos momentos que se vivieron y jamás regresaran, porque eso eso era Lynch, un jugador a la antigua.
Los que disfrutan de la liga desde hace ya un tiempo añoran esos años donde el corredor, además del mariscal de campo, era la pieza más importante de una ofensiva. Y no estamos hablando de hace tanto, pero la NFL tomó un camino aéreo que llevó a que esta posición dejara de ser tan valiosa.
Sin embargo, con los Seattle Seahawks Marshawn seguía siendo el alma y poder del equipo. La piedra angular que hacía que la ofensiva funcionara y que le agregaba ese toque de agresividad, de dureza y de carácter a todo el equipo.
Parecía que la situación no importaba, siempre ganaba tres o cuatro yardas extras con su fortaleza física. El juego parecía entre un montón de niños y él, corriendo fácilmente a través de ellos y lastimándolos en el camino.
La declive comenzó en el Super Bowl ante New England. Esa jugada que quedó en la historia y que todo el mundo pensó sería un acarreo de Lynch. Desde ahí los Seahawks quisieron olvidarse del ‘old school football’ y adaptarse a la nueva era.
Esto desagradó a Marshawn, además de una temporada con lesiones, así que muy a su estilo, decidió retirarse. A sus 30 años podría seguir jugando, pero en esa mentalidad a la antigua, decidió colgar el casco en el equipo que le dio las mayores alegrías.