Y cuando ya en la Federación Mexican de Futbol se lamían los bigotes porque sentían amarrada la candidatura de Rusia 2018, sale al quite Marruecos y una millonaria promesa, que la pone en la pelea por quedarse con la sede del Mundial del 2026, donde la tecnología, nuevos estadios, costo menor y grandes ganancias, coquetean con la FIFA para ser el elegido.
Será el próximo 13 de junio en el Congreso de la FIFA en Moscú donde la candidatura Tripartita de EE.UU., Canadá y México contenderán con el país africano, el primero que se jugará con 48 selecciones y cada una tiene sus pros y contras para ser sede de un torneo que deja millonarias ganancias.
¿Qué ofrece Marruecos por encima de la candidatura tripartita americana?
Marruecos ofrece una vasta cultura, geográficamente es accesible para todas las selecciones y aficionados y presentó las maquetas de 14 estadios con tecnología de punta, seis son nuevos y tres que se tienen planeados empezarlos a construir tan pronto como ganen la candidatura, algo que ha llamado la atención del comité de FIFA.
Esta es una clara desventaja para los tres países del continente americano, quienes no pensaban gastar un solo dólar-peso para a construcción de nuevos inmuebles, pero sí para darles una manita de gato en breve. Marruecos cuenta con 2.1 billones de dólares para la la construcción de los inmuebles en Casablanca, Uchda y Tetuán.
¡No más ‘elefantes blancos’!
Otra ventaja de la nación africana, es que pusieron en la mesa un plan anti ‘elefantes blancos’ llamado ‘LMS’, el cual dice que los edificios construidos sean adecuados a las necesidades de las comunidades del país al terminar el torneo y no queden inservibles como el ‘Nido de Pájaro’ en Beijing o al menos seis estadios en Brasil, de los cuales, uno de ellos se tuvo que convertir en prisión y otro en estacionamiento de autobuses.
“En concreto, la concepción de LMS está especialmente centrada en la comunidad, con un diseño exterior totalmente personalizable que asegura la integración con el entorno local, así como configuraciones flexibles una vez finalizado el torneo que garantizan una capacidad y un uso relevantes que realmente e ajustan a las necesidades locales”, dice el escrito que presentó Marruecos a la FIFA.
“En general, esto hará que las capacidades se reduzcan hasta las 20 mil – 25 mil localidades. Las instalaciones heredadas servirán como catalizador para el desarrollo y la regeneración de las comunidades locales, así como para la mejora de las infraestructuras futbolísticas”, agregó el manuscrito.
Muchos billetes en las arcas, menor costo
Para no gastar de más y dejar endeudada a la nación, evitar marchas, mítines y todo tipo de reacción de la población (coff, coff, te hablan Brasil), Marruecos ya hizo un estudio de cuánto dinero le puede dejar a la FIFA después del torneo, unos nada despreciables cinco mil millones de dólares para el organismo y aparte la mochada que se queda en casa que servirá para darle mayor impulso al país durante más de cinco años.
En el estudio van incluidos la venta de boletos, derechos de transmisión, turismo, venta de souvenirs, paquetes para los fans, etc, algo que ve con buenos ojos el máximo organismo y que nos dejaría tristemente fuera a México de recibir 10 juegos del Mundial 2026 (algo es algo) y de paso, la inauguración del torneo que prometió Yon de Luisa hace unas semanas. (¡Snifff!)
