Ahí está, enfundado en su uniforme verdiblanco con el número seis en el dorsal. Enfrente tiene a uno de los mejores de la historia pero no importa, el novato no se va a amedrentar. El ‘rookie’ pide el centro, y lanza un pase de anotación de 80 yardas a Braylon Edwards. Los Jets están a menos de 45 minutos de despegar rumbo al Superbowl.

Mark Sánchez, quarterback novato está cerca de ganarle la final de conferencia a los Colts de Peyton Manning. Al final se impone la experiencia e Indiannápolis avanza al ‘gran juego’, Sánchez lanza una intercepción al final del último cuarto, pero bueno eso no tiene porqué resumir su carrera … o eso pensabamos todos.

El mariscal lo intentará de nuevo el año siguiente, pero volverá a fracasar y está vez estrepitosamente. Los Jets no  podrán anotar desde la yarda uno de Pittsburgh y Enrique Garay se desgarrará la garganta lamentando la caída del mariscal que él insistió en vendernos como “mexicanísimo”. Pero antes  vayamos al pasado y repasemos cómo es que la carrera de Sánchez pasó de dos juegos de campeonato a una de las jugadas más ridículas en la historia de la NFL (el “Butt Fumble”)

USC. Un verdadero guerrero troyano

Hace ya 12 años, en aquel lejano 2005, Mark Sánchez  fue elegido por la mayoría de los scouts estadounidenses como el mejor mariscal  de ‘high school’ de toda la nación. El pasador rápidamente fue reclutado por los USC Troyans (equipo que recientemente había producido a Carson Palmer) y la carera de Sánchez  parecía empezar llena de sabías decisiones.

El mariscal no jugó el primer año, pues decidió usarlo para aprender el sistema y entrenar y conservar un año de elegibilidad para más adelante. El pasador se dedicó a aprender de Matt Leinart y John David Booty que eran los mariscales de ese entonces en USC. Salvo un incidente por acoso sexual (del que fue declarado inocente) el mariscal de origen mexicano  pasó tres años sin contratiempos en California jugando sólo cuando Booty se lesionaba.

En el 2008, Sánchez fue el mariscal titular de USC, los Troyanos sólo perdieron un juego (eso fue suficiente para quitarlos de la contienda por el título) y fueron al Rose Bowl. Mark fue el MVP de tan afamado tazón y aunque había dicho que no dejaría USC, se declaró elegible para el draft.

Pete Carroll, su entonces entrenador dijo que “Mark no estaba listo y que le había hablado al respecto del poco éxito que suelen tener los mariscales que no ocupan  su último año”. El anuncio de que otros pasadores proyectados para ir  a la NFL como Sam Bradford,Tim Tebow y Colt McCoy se quedarían en sus respectivas universidades animó a Sánchez a declararse elegible.

Generalmente se piensa que si Sánchez hubiera ocupado su último año (ese que con tanto celo había guardado) le habría ido mejor en la NFL. Pero ser una selección de primera ronda, representa asegurar tu futuro (económicamente) y en el draft de 2009, sólo Matthew Stafford y Josh Freeman eran competencia para Mark.

NY Jets. El avión que nunca terminó por despegar

Mark Sánchez fue la quinta selección global del draft del 2009. Los New York Jets, que recién habían sufrido la partida de Brett Favre tomaron al mexicoamericano y quizá fue la decisión correcta, Stafford (que fue el 1st pick en ese draft) no ha ganado un partido de playoffs y Josh Freeman fue un fiasco con Tampa Bay.

Como vimos en la introducción en su temporada de novato Sánchez llevó a los Jets hasta la final de Conferencia donde cayó ante los Colts de Peyton Manning y si bien la temporada de Mark no dejó a todos conformes muchos quarterbacks han ganado menos juegos de playoffs que él (coff, coff Tony Romo).La siguiente campaña los Jets comandados por Mark Sánchez de nueva cuenta se quedaron a un partido del Superbowl, en esta ocasión cayeron ante los Steelers.

Es verdad que los Jets tenían un muy buen roster y que Sánchez no era el alma del equipo (esos eran el corner Darrell Revis y el receptor Santonio Holmes) pero de igual forma se volvió junto con Ben Roethlisberger el único mariscal que ha llevado a su equipo al AFC Championship Game en sus primeros dos años. Por ello nadie esperaba lo que pasó después. En  la campaña 2011-2012 Sánchez no sólo no mostró progreso sino que sufrió un enorme retroceso respecto a lo mostrado en sus primeras dos temporadas.

Sánchez se peleó con Santonio Holmes en medio de un juego contra los Miami Dolphins, el receptor fue banqueado por Rex Ryan, el mariscal lanzó tres intercepciones y  los Jets quedaron fuera de la contienda por los playoffs. La prensa  y los fans empezaron a pedir de forma vehemente la salida de Sánchez y más con la llegada de Tim Tebow a Nueva York.

The ‘But Fumble’: el clímax de un descenso meteórico

Era el jueves de  Acción d Gracias en 2012. Los Jets enfrentaban a los Patriots en cadena nacional y en horario estelar. Los Jets perdían por 14, apenas era el minuto nueve del segundo cuarto. Sánchez se alineó en formación i  pero hubo confusión entre él y sus corredores. Cuando el mariscal vio que la jugada se había roto intentó correr. Sánchez volvió a la línea de golpeo y quiso deslizarse para protegerse pero terminó estrellándose con el trasero del tackle Brandon Moore y perdiendo el balón. Los Patriots recuperaron el ovoide y anotaron seis puntos.

Sánchez (que ya de por sí era conocido por soltar balones) pronto se volvió el hazmerreír de todos en Estados Unidos y también más allá de sus fronteras. La jugada inmediatamente se viralizó y de hecho fue el número uno del Not Top 10 de Sportscenter cada viernes durante 40 semanas consecutivas. Pese a ello Sánchez no fue cortado por los Jets hasta la siguiente temporada cuando los neoyorquinos draftearon a Geno Smith ( válgame Dios) y Sánchez quedó fuera por lesión todo el 2013.

Philadelphia y Denver: Las últimas cartas de Mark para ser titular

Tras ser cortado por los Jets, en el 2014, Mark Sánchez fue fichado por los Philadelphia Eagles. Originalmente el mariscal sería el sustituto del joven Nick Foles. Sin embargo una lesión dejó fuera Foles  desde la semana nueve. Sánchez tomó el relevo y bajo el sistema de Chip Kelly lució mejor que nunca. Hasta se parecía al Sánchez de sus primeros años en Nueva York. Por desgracia tres derrotas consecutivas en las últimas semanas dejaron a los Eagles fuera de playoffs.

Para la siguiente campaña el ex de USC se mantuvo como suplente en Philadelphia, ahora calentando la banca detrás del recién llegado Sam Bradford. El nuevo quarterback no mostró su mejor nivel y la gente empezó a pedir a Sánchez, pero no fue hasta la semana 10 luego de una lesión de Bradford que el mexicoestadounidesnse tomó el control de la ofensiva.

Sánchez tenía la oportunidad de mostrar que aún había algo de talento y que lo visto en su primer año en Philly no fue una coincidencia. Pero luego de un par de partidos que resultaron en derrotas humillantes Mark volvió a la banca. Al final de la temporada fue cortado por Philadelphia.

En 2016 los Broncos sufrieron el retiro de Peyton Manning y el suplente Brock Osweiler  estafó digo firmó con los Houston Texans. Denver tenía varias opciones: ascender al que era el tercer mariscal en ese entonces (Trevor Semian), draftear un quarterback o firmar uno en la agencia libre. Loa Broncos hicieron las tres.

Seleccionaron a Paxton Lynch en el draft, firmaron a Sánchez y subieron a Semian al primer equipo.  Era casi obvio que la ventaja para ser el nuevo jinete de los Broncos era del veterano de seis temporadas, pero luego de una mala pretemporada Sánchez fue cortado y Semian nombrado titular.

Dallas Cowboys: la resignación a la suplencia

Cuando parecía que Mark se quedaría sin trabajo, fue firmado por los Dallas Cowboys. Era un movimiento lógico después de todo la temporada 2014 fue un martirio para los Vaqueros debido a sus pésimos mariscales suplentes. Sánchez no le iba a quitar el puesto a Tony Romo, pero los Vaqueros necesitaban un backup por si Romo se volvía a lesionar.

Los Cowboys tenían como pasadores a  Tony Romo, Mark Sánchez y el novato Dak Prescott, y era obvio que el primero iba a ser el titular. Pero una lesión de Romo hizo que Jason Garret tuviera que elegir entre Sánchez y Prescott para comandar su ofensiva. La opción obvia, el veterano que alguna vez llevara a los Jets a dos juegos de campeonato. Pero de nueva cuenta Sánchez perdió la carrera (y con justa razón) Prescott fue el elegido.

Mark no había podido ver mucha acción con los Cowboys  pero llegó la última semana de la temporada regular.  No parece probable que Tony Romo acepte un rol de suplente en Dallas y Prescott podría ser flor de una sola primavera (aunque no parece que vaya a ser así). Sánchez tenía la oportunidad de mostrarse y derrotar a los Eagles comandados por el novato Carson Wentz. Nueve de diecisiete pases completos, 85 yardas y dos intercepciones después, Sánchez no parece tener la oportunidad de ser titular ni en los Browns.

Quizá ya nunca más veamos a Sánchez como el titular por decisión técnica de ningún equipo de NFL. Tampoco creo que nadie se queje si el ex troyano es el suplente en su equipo. Mark Sánchez no es tan bueno como pintaba al principio con los Jets, pero no es tan malo como el “Butt Fumble”. Quién sabe, quizá algún día en vez de hacer la crónica de su derrumbe, toca hacer la crónica de su resurgir.

Por: Luis Ricardo Hernández R.
** Fotos: Getty Images/ Giphy

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