Marcelo Flores ha hecho que el futuro del futbol mexicano sea prometedor. Tiene 18 años y en el Arsenal han cuidado que complete sus procesos de una manera adecuada en los equipo con límite de edad para que no pierda en el camino como muchas otras jóvenes promesas.
Sin debutar aún en la Premier League, Marcelito ya disputó su primer partido con la Selección Mayor de México, en un amistoso contra Chile, en el que jugó unos cuantos minutos y ahora se plantea dos objetivos, el primero de ellos es debutar con el primer equipo del Arsenal y el segundo es ir al Mundial de Qatar 2022 con México.
Para el primer objetivo, con los Gunners, se pone un límite, los 19 años, es decir, que Flores quiere presentarse en el primer equipo antes del 1 de octubre del 2022, para después ser parte de la lista de convocados a la Copa del Mundo, la cual se celebra a partir del 21 de noviembre.
“Me gustaría hacer mi debut internacional adecuado para México y, con suerte, participar en la Copa del Mundo de Qatar. Me gustaría hacer mi debut en la Premier League antes de cumplir 19 años. Ese es mi objetivo”, mencionó el mexicano, aunque nacido en Canadá, en entrevista con Goal.
Ronaldinho, el primer ídolo de Marcelo Flores
Antes de llegar al Arsenal, Marcelo Flores era un ferviente seguidor del Barcelona y futbolísticamente quedó atrapado en la magia de Ronaldinho, a quien fue a ver al Camp Nou con su padre en un par de ocasiones. Es por ello que Flores trata de imitar al brasileño en cuanto a su estilo de juego, pero también en cuanto a metas y esas metas apuntan a ganar la Champions League y el Balón de Oro.
“El Barcelona era mi equipo favorito. Mi mamá me dice que nunca me quitaba la camiseta. Cuando era joven mi papá me llevó a un par de partidos en el Camp Nou, solía amar a Ronaldinho”, indicó.
Flores también se ha hecho notar en redes sociales como un seguidor de Lionel Messi, aunque también elogia a Neymar y Cristiano Ronaldo.
Inicios en el Arsenal
Marcelo Flores llegó al Arsenal cuando tenía 15 años de edad. Para ese entonces era pequeño físicamente, aspecto que trató de compensar con futbol, por lo que los dos primeros años trabajó horas extra después de los entrenamientos con los Gunners.
“Siendo un niño canadiense fue difícil al principio acostumbrarse al estilo inglés e interactuar con los niños ingleses y me limité a mi futbol. Estaba entrenando muy duro por mi cuenta y con el equipo y terminó dando sus frutos”, indicó.