Diego Armando Maradona debutó como técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata y aunque le imprimió a su equipo una motivación bárbara, no le alcanzó contra el campeón Racing, que se impuso 2-1.
Maradona terminó con frustración, ya que sus pupilos merecieron más en el partido. Empataron 1-1 gracias a Matías García a los 52 minutos, pero Racing recuperó la ventaja dos minutos después con el gol de Federico Zrancho. En la última jugada del partido, García pudo empatar y marcar su segundo tanto, pero falló ante el arco.
Esto provocó que Maradona asegurara haber finalizado con el alma rota. “No terminamos de gritar el gol del empate cuando ya estábamos perdiendo 2-1. No me duele la cabeza, me duele al alma porque no creo que el campeón haya sido más que nosotros”, comentó en la conferencia de prensa posterior al partido. “Me quedó la amargura de no poder haber empatado al final”.
En seis jornadas, Gimnasia sólo ha sumado un empate, por lo que se complica su situación en la tabla porcentual, en la que es favorito para descender al final del año futbolístico.
Diego vivió con intensidad su primer partido en el banquillo, pese a que se recupera de una operación de rodilla. Ahí lamentó los errores de su equipo, tanto la falla de García en el agregado como el error de su portero en el primer gol de Diego “El Pulpo” González, quien jugó en México para Santos.
Maradona consumó su tercer descalabro en debuts como técnico en Argentina. El primer club al que dirigió fue Mandiyú de Corrientes en 1994, después de ser suspendido por el caso de doping y cayó 2-1 ante Rosario Central. En 1995 tomó el mando de Racing y fue derrotado ante Ferro por la mínima diferencia.