Es el jugador más pequeño del plantel y paradójicamente el más grande de su Selección, tal vez después de Davor Suker. En Qatar hemos visto las últimas pinceladas de un artista que capaz de ganar el Balón de Oro gracias al don que los Dioses del futbol le concedieron en la pierna derecha y con la cual se “entrometió” en la época de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo para ganar el Balón de Oro del 2018, su nombre es Luka Modric.
Con 37 años de edad, el croata aún guarda magia en la parte interior y sobre todo en la exterior de su zapato derecho como para seguir maravillando a la afición del Real Madrid, pero Modric se ha despedido de los Mundiales en Qatar 2022.
El combinado balcánico quedó eliminado en semifinales, tras ser superado de principio a fin por Argentina, y el aún jugador del Real Madrid se despidió de los Mundiales en el partido por el tercer lugar, contra Marruecos.
Una infancia marcada por la guerra y la muerte de su abuelo
A pesar de la eliminación, Modric encontró calma en los terrenos de juego. Las derrotas son dolorosas para él, pero no una tragedia. Luka quedó marcado por el horror en su infancia y aún ahora que está cerca de las cuatro décadas de edad, no habla fácilmente sobre sus primeros años al lado de su abuelo Luka.
Con su abuelo pasaba muchas horas en el campo como pastor, en medio de la calma, la cual terminó cuando estalló la guerra de los Balcanes y Croacia se enemistó con Serbia, en busca de su independencia y fueron soldados serbios quienes dejaron una cicatriz imborrable en la vida del futuro futbolista.
El abuelo Luka fue asesinado a sangre fría frente a su pequeño nieto, junto con otras personas mayores. La familia del pequeño Luka huyó del lugar y vivieron refugiados en la ciudad de Zadar en un hotel. Un balón fue parte de su consuelo y una válvula para expulsar la furia.
Su equipo favorito era el Hajduk Split, el más ganador a inicios de los 90 y antes de la guerra de independencia y probó suerte con ese club, aunque fue rechazado por su baja estatura. Fue admitido, sin embargo, en el Dinamo Zagreb, aunque sus primeros partidos como profesional fueron en Bosnia, con el Zrinjski Mostar y el Inter de Zapresic, antes de volver al Zagreb, con el que disputó cuatro temporadas antes de ir a Londres con el Tottenham, al lado del mexicano Giovani Dos Santos.
El último Mundial de Modric
Alemania 2006 fue el primer Mundial para Modric, el naciente líder de la generación dorada, con solo 19 años de edad y jugó dos partidos. Volvió a un Mundial en Brasil 2014, ya como titular, aunque después de tres partidos volvió a casa tras no superar la fase de grupos.
Su mejor Mundial fue Rusia 2018, en el que llevó a Croacia a su mejor Copa del Mundo, la cual perdió en la final contra Francia. Luka marcó dos goles en ese torneo.
El último baile de Modric y la generación dorada llegó en Qatar 2022, donde eliminaron a Japón, con Luka en la banca durante la tanda de penales, y luego echó a Brasil. Su último partido en eliminatoria fue ante Argentina, que se impuso en semifinales. Al final, hasta los propios aficionados argentinos despidieron a Modric con aplausos, el genio de Croacia.
Sin embargo el último juego fue contra Marruecos, ante el cual los croatas dieron una muestra de orgullo para quedarse con el digno tercer sitio, con Modric como su mejor jugador.
