¡Tenemos a los culpables! La salida de Luis Suárez del Barcelona va mucho más allá de la llamada de Ronald Koeman para comentarle que ya no contaba con él para la presente temporada.
El delantero uruguayo llegó a un acuerdo con el Atlético de Madrid en septiembre de 2020 casi 6 meses después, explicó lo que sucedió entre él y los directivos blaugranas.
“Lo que realmente me molestó fue que me dijeron que era viejo y que ya no podía jugar al máximo nivel, estar a la altura de un gran equipo. Eso me disgustó“, contó Suárez en entrevista con France Football.
Sin embargo, el mismo Luis Suárez se encargó de mostrar su valor al mundo y a la gente del Barcelona. En lo que va de la campaña, registra 16 goles y 2 asistencias en 24 partidos, con todo y sus 34 años de edad.
“Es muy importante ser fuerte y sentir que tienes los medios para revertir situaciones difíciles. Siempre ha sido una de mis características: nunca me rendí. Después de todos estos años en el Barça, quería demostrar que todavía puedo ser útil al más alto nivel, dentro de la élite española“, agregó.
Un cambio complicado
La mudanza entre una ciudad y otra fue tan complicada para el futbolista, como para su familia. Luis Suárez profundizó en el tema y confesó que no podía ser feliz en un lugar en el que ya no lo querían.
Y no todo se trataba de la carrera del uruguayo. Su familia, especialmente sus hijos, están involucrados en cualquier cambio, por lo que no fue sencillo que ellos se despegaran de lo que conocieron hace tanto tiempo.
“Este cambio fue bienvenido porque, después de todo lo que había vivido en el Barça, y por la forma en que fue, quería cambiar. Lo más difícil es cuando tienes una familia que desde hace seis años está acostumbrada a vivir en el mismo lugar. Pero también hay que ver el lado positivo: no iba a ser feliz donde la gente ya no me quería“, dijo el delantero.