La rebelión de los árbitros contraataca. En los pasillos del Draft del futbol mexicano que se lleva a cabo en Cancún, se habla de forma insistente que en caso de que Héctor González Iñárritu no sea removido de su cargo como presidente de la Comisión de Arbitraje, los silbantes amenazarán con no pitar el próximo torneo.
Existe un descontento general del gremio arbitral con González Iñárritu, debido a que no se sienten representados por una figura que no es experto en la materia, además de que el perdón que el TAS le otorgó a Enrique Triverio y Pablo Aguilar se lo achacaron al directivo por no haber exigido desde un inicio el castigo de un año para cada jugador por “agredir” a un colegiado.
Por lo pronto, Héctor se pasea por los pasillos del hotel donde se lleva a cabo el Régimen de Transferencias, consciente de que el grupo de trabajo que encabeza está exigiendo su cabeza.
Los altos mandos de la Federación Mexicana de Futbol están al tanto de que Iñárritu no es bien visto por los cerca de 650 elementos que componen la Asociación Mexicana de Árbitros (AMA), y también saben que los silbantes pueden parar de nueva cuenta la Liga MX si este personaje sigue como su jefe.
Se han manejado los nombres de los hermanos Brizio Carter, Arturo y Eduardo, además de León Padró Borja, como posibles sustitutos de González Iñárritu, en caso de que su cese se lleve a cabo en los próximos días o semanas.