Este sábado se enfrentaron Lobos y Tiburones Rojos en casa del equipo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en un duelo crucial para las aspiraciones de ambos equipos por mantenerse en la primera categoría y pese a que la afición veracruzana respondió al llamado, el equipo en la cancha fue una catástrofe.
Después de casi un tiempo sin goles, los locales anotaron su primera diana con un cabezazo de Facundo Erpen que empezó a descomponer a los escualos, que pese a tener el entretiempo, no ajustaron nada.
El segundo tiempo fue una plena crisis para los Tiburones Rojos, fueron bailados por los poblanos, que reflejaron su superioridad en el marcador, primero con el 2-0 cortesía de Gabriel Cortez al 56’ y a partir de ahí todo sería un festín para ellos.
El 3-0 fue de Diego Jiménez, con el que Veracruz ya terminó de bajar los brazos y nadar de muertito, para que en los minutos finales les hicieran otros dos, primero fue Amione y al último minuto todavía anotó Irven Ávila el quinto clavo en el féretro. Fue tal el baile, que el mismo árbitro decidió no agregar minutos de reposición.