Por Daniel Montes de Oca | @montesdeoca11

Es el animador inesperado de la Liga MX… Y una grata realidad. A Lobos BUAP le han bastado hasta el momento tres partidos en Primera División para romper esquemas y desechar la teoría de que el equipo recién ascendido tiene que sufrir.

Los dirigidos por Rafael Puente del Río están lejos de padecer, pues más allá de sus siete puntos, el futbol que desempeñan es un homenaje a la congruencia.

El plantel que consiguió el ascenso tuvo que ser reforzado para hacerle frente a un reto mayor llamado máximo circuito. Los futbolistas que llegaron, en su mayoría, no jugaban un rol protagónico en sus clubes o en algunos casos estaban relegados (Maza Rodríguez, Juan Carlos Medina y Luis Quiñones, por ejemplo), por lo que su hambre de revancha era alta.

Puente del Río se tardó siete meses desde que pasó de comentarista a director técnico para llegar a Primera División; solo 30 partidos le tomó llegar a un sitio de privilegio, por lo que entendió que una carta de presentación prácticamente perfecta no podía mancharse en la máxima categoría.

“Yo ahí me quedo y nadie me regresa”, advirtió en plena celebración cuando su equipo ganó la final por el ascenso, y por ahora la carrera del juvenil estratega sigue con pasos firmes.

De conceptos claros sin caer en los adornos, Puente externa la clave para que Lobos BUAP esté convertido en un conjunto que anima la liga.

“Ser solidario, ser humilde, trabajar en equipo, anteponer siempre los valores colectivos a los individuales, todo eso lo teníamos claro y ahora sabemos que debemos mantenernos por esa línea de trabajo, eso es lo único que no es negociable y lo que nos puede permitir soñar con trascender y dar de qué hablar”.

Foto: Mexsport

Desde su etapa como analista de televisión, Rafa manifestó en innumerables ocasiones el estilo de juego con el que comulga: buen trato de balón, propuesta ofensiva, ataques elaborados y fidelidad a las formas como el único camino para llegar a la victoria.

Admirador de Pep Guardiola, Puente pretende un futbol sencillo en el que los futbolistas que dirige lleven al límite sus condiciones. Entiende las virtudes de los suyos tanto como las carencias, por ende no debe sorprender que en un naciente torneo y con una plantilla renovada se asome un estilo e idea futbolística.

Al equipo todavía se le sumarán Jonathan Fabbro, Emanuel Herrera y Jorge Villalpando, quienes llegarán a enriquecer un proyecto que hoy a todas luces tiene pies y cabeza.

El objetivo son 23 puntos en la primera temporada para dar un paso rumbo a la salvación, pero en apenas tres fechas estos Lobos han dejado constancia que se alimentan de sueños y realidades, por ello la meta es relativa si semana a semana caminan de la mano de una congruencia que deslumbra.

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