La creación de la Liga del Balompié Mexicano ya empezó a encontrar obstáculos para llevar a cabo su primera temporada, la cual está planeada para arrancar en el mes de septiembre, de modo que vetaría a todo aquella persona o grupo que tenga vínculos con la nueva liga en lo que podría ser una “evolución” del Pacto de Caballeros, el cual fue reprobado por la Cámara de Diputados en octubre de 2019.
De esta manera, los directores técnicos, por poner un ejemplo, que dirijan en la Liga del Balompié Mexicano, no tendrán oportunidad de trabajar en cualquier división o categoría de la Liga MX, de acuerdo con una publicación realizada por As.com.
Equipos como Neza FC, han completo su registro después de confirmar la sede en la que disputarán sus partidos como local, pero en otros casos se han visto obstaculizados por equipos de la Liga MX, que se han negado a prestar sus instalaciones a los equipos fundadores de la nueva liga.
Un caso concreto es el de Jaguares de Jalisco, que intentó negociar con Tecos para jugar en el Estadio 3 de marzo. Sin embargo, el equipo de Segunda División habría rechazado.
Ofcialmente Club Deportivo Jaguares Jalisco
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Caso similar es el del Atlético de Irapuato, al que le habrían cerrado las puertas del Estadio Sergio León Chávez, que pretende una remodelación para cumplir con los requerimientos para cumplir con las exigencias en el Ascenso MX y la certificación para en algún momento tener un equipo de Primera.
“La consigna de Liga MX es contundente: se le cerrarán las puertas del organismo a todo aquél que tenga tratos con la Liga de Balompié Mexicano… en caso contrario, serán vetados”, asegura Ricardo Magallán, autor de la publicación.
En ese sentido uno de los primeros vetados sería el técnico Juan Antonio Luna, quien dirigió en su momento al desafiliado Veracruz, y ahora dirige al Acapulco FC.
Joffre Guerrón y Michael Arroyo tampoco tendrían chance de regresar a la Liga MX, después del acuerdo con el Atlético Ensenada.