Al minuto 17′ de la Final de ida de la Concacaf entre Tigres y Pachuca (1-1) se presentó una acción impactante.
Guido Pizarro y Óscar Murillo protagonizaron un choque en media cancha del cual el argentino de los Tigres salió con la peor parte, pues el colombiano lo impactó de lleno con la cabeza entre la boca y nariz.
El árbitro de inmediato detuvo el partido y el defensa de los Tuzos se reincorporó primero, mientras que el seleccionado albiceleste requirió de atención y algodón para detenerle la hemorragia de la nariz; sin embargo, instantes después volvió al encuentro.
Guido tuvo que cambiarse la playera por estar manchada de sangre, pero no le paraba la hemorragia de la boca y pese a ello continuó en la cancha, además de que se le notaba la mirada perdida.
El argentino jugó hasta el minuto 74′ cuando Ricardo Ferretti decidió cambiarlo para darle entrada al peruano Luis Advíncula.
Ya en la banca se le colocó una bolsa de hielo en la frente y al final del encuentro fue trasladado a un hospital para realizarle estudios y tomarle una radiografía, la cual arrojó fractura de nariz, por lo que este miércoles será operado.
Su participación en el clásico regio el fin de semana, y en la Final de Vuelta de la Concacaf el próximo miércoles, está prácticamente descartada.
Tigres informó en su cuenta de Twitter sobre la intervención al mediocampista “con pronóstico reservado a evolución”.
Deberá estar en observación, y aunque remota, existe la posibilidad de que tome parte en alguno de los dos partidos citados, con una máscara para proteger la zona del rostro fracturada.