En el mundo del futbol se ha creado una tendencia en los últimos años: quien tiene más dinero puede “comprar” títulos. El París Saint-Germain lo ha hecho en Francia, el Manchester City en Inglaterra, Real Madrid y Barcelona en España.
Esto no está del todo mal, si tienes el poder monetario por qué no usarlo. Sin embargo, también se han dado historias que nos hacen creer en que el esfuerzo y la dedicación aún puede lograr algo.
Leicester City está muy cerca de convertirse en el campeón de la Premier League. Un equipo que tenía uno de los presupuestos más bajos en la liga (127 mde) y sólo gastó 50 millones de euros en fichajes. Suena a mucho dinero, pero si lo comparas con los 203 que invirtió el City, no es tanto.
Claudio Ranieri formó un equipo compacto, que sabe bien a lo que juega y con piezas claves que no costaron mucho. Jamie Vardy, Riyad Mahrez, N’Golo Kanté y Robert Huth. Estos futbolistas tienen a los zorros a un pasito de la gloria.
Esto recuerda mucho a lo que hizo el Atlético de Madrid hace unos años, específicamente en la campaña 2013-14. De la mano de Diego ‘El Cholo’ Simeone, los colchoneros tomaron por sorpresa a la Liga BBVA. Fue una disputa casi hasta la última jornada, pero un equipo que no tenía una inversión tan impresionante se coronó.
Las cosas sucedieron de manera muy similar, aunque no comparamos ligas. El Atlético tenía en su filas a futbolistas que no tenían un cártel tan alto. El más famoso y caro de esa época fue Radamel Falcao, de ahí todo los demás no tenían los reflectores.
El éxito provocó que poco a poco se fueran algunos y la fórmula ya no se pudiera repetir. Sin embargo, durante esos años lograron hasta campeonatos europeos y ahora pelean cada temporada por títulos, aunque el 2014 será siempre su campaña de ensueño.
Estas son historias de la Cenicienta, del “underdog”, del equipo que no es nuestro favorito pero en el fondo queremos que triunfe. Son la demostración que el dinero no es invencible y que un buen proyecto puede triunfar sobre una cartera llena.