El triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos sigue generando diferentes reacciones entre la población.
En los últimos días éste país ha tenido manifestaciones de todo tipo. Por un lado están los conservadores, que se encuentran felices de que un tipo como Donald Trump sea su presidente. Del otro lado, está la parte liberal de los Estados Unidos y que también ha tomado las calles asegurando que un tipo como el magnate no los representa.
Claro que el mundo de los deportes no está ajeno a este tipo de situaciones y dos leyendas dentro de la NBA, LeBron James y Gregg Popovich, hablaron de manera fuerte contra el presidente electo de los Estados Unidos. El jugador de los Cleveland Cavaliers comentó que no está seguro si regresaría a la Casa Blanca en caso de que gane un título.
“No lo sé, es algo que tendría que pensar”, comentó durante su visita a la residencia presidencial al sitio de internet Ohio.com. En los tres campeonatos que ganó de la NBA, Obama era el presidente y lo visitó en la Casa Blanca. Además, siempre reconoció la admiración que le tenía a Obama, situación muy diferente a la que vive con Trump.
También se dijo sorprendido por la decisión que tomó el pueblo de los Estados Unidos. ” Fue muy difícil de observer. Es muy difícil ver lo que pasó, no solamente en nuestro estado, también en el país. Es lo que es. Es el pasado. Nosotros vivimos en el presente y tendemos que averiguar como podemos hacer el futuro un lugar mejor”.
Hay que recordar que durante las pasadas elecciones, el originario de Akron apoyó de manera pública a la candidata demócrata, Hillary Clinton. El problema es que James no es el único que está molesto, el entrenador de su equipo Tyronn Lue, también se dijo disgustado, al igual que Richard Jefferson.
Pero al que ‘enfermó’ el resultado de las elecciones, fue a Gregg Popovich, entrenador de los San Antonio Spurs. “Todavía es temprano (para asimilar el resultados) y siento nauseas. No porque los republicanos ganaron, sino por el tenor y el tono de todos los comentarios que eran xenofóbicos, homofóbicos, racistas, misóginos, y yo vivo en ese país, donde la mitad de la población ignoró todo eso. Eso es lo que más me asusta de la situación”, aseguró para MySanAntonio.com
“Vivimos en un país donde olvidamos todos los valores, pero hacemos responsables a nuestros jóvenes. Estarían castigados por años si actuaran y dijeran las cosas que se dijeron durante la campaña de Donald Trump”.
El problema es que no solamente es el basquetbol donde tenemos estos problemas. Hace algunos días Jake Arrieta defendió a Trump y pidió que todos su críticos se callarán (como podemos ver, una actitud muy tolerante). Lo que es una realidad es que los Estados Unidos viven un periodo muy complicado en su historia y el mundo del deporte también será parte de esto, esperemos que salgo lo menos manchado posible.