LeBron James ha conquistado tres títulos de la NBA, en cuatro ocasiones ha sido nombrado como el jugador más valioso de la liga y ya es considerado como uno de los mejores basquetbolistas de la historia.

Sin embargo, el nacido en Ohio todavía se encuentra persiguiendo el legado de Michael Jordan.

“Mi motivación es al fantasma al que persigo”, declaró en una entrevista a Sports Illustrated. “Aquel fantasma jugó en Chicago”.

Para muchos, Jordan es el mejor jugador en la historia de la NBA y desde el momento en que James llegó a la liga, en el 2003, se les ha comparado constantemente.

MJ ganó seis campeonatos con los Chicago Bulls durante la década de los 90 y se llevó a casa el trofeo al MVP de la liga cinco veces. Pero para James, sus carreras han sido distintas.

“Lo que yo tuve que superar es completamente diferente a lo que Jordan atravesó, lo que él hizo fue increíble y yo lo vi desarrollarse. Lo idolatraba tanto. Creo que es emocionante el poder colocarme como uno de esos grandes jugadores, pero ser el mejor de todos los tiempos, eso sería algo extraordinario”.

A James todavía le faltan tres campeonatos para alcanzar a Jordan, pero ni siquiera el actual dueño de los Charlotte Hornets llegó a tener un regreso tan espectacular en la postemporada como el que comandó LeBron durante las Finales de la NBA.

El jugador de los Cavaliers llegó a pensar que la final frente a los Golden State Warriors ya estaba perdida, porque regresar contra un equipo que había hecho historia, requeriría de un milagro.

“Estás perdiendo 1-3 y nadie había remontado ese déficit. Estás jugando contra un equipo que ganó 73 partidos y estás por regresar a su cancha, donde llegaron a estar invictos durante 54 juegos seguidos. Obviamente comencé a dudar”.

A partir de ese momento, el jugador de 31 años demostró ser un excelente líder y antes de que iniciara el juego 5, le envió un mensaje a sus compañeros donde les prometió que la serie no estaba terminada.

“Dejen los partidos anteriores atrás, jueguen duro, estén concentrados, síganme como líder y yo me aseguraré que regresen a casa para el sexto juego”.

LeBron no los decepcionó y los siguientes dos encuentros anotó 41 puntos, para obligar a que se llevará un juego 7. En el encuentro decisivo no llegó a las 40 unidades, pero sí tuvo un triple-doble que fue decisivo para entregarle el primer titulo a los Cavaliers en su historia y el primero en 52 años para la ciudad.

Al finalizar la serie, lideró a su equipo en cinco categorías, algo que nunca antes se había visto en la historia de la finales de la NBA.

James todavía es joven y le queda mucho camino por recorrer en la liga, por lo que alcanzar los 6 títulos que obtuvo Jordan no se ve imposible. Si quiere conseguir el bicampeonato, será muy probable que tenga que vencer de nueva cuenta a los Warriors, que ahora cuentan con Kevin Durant en sus filas.

Pero como ya nos enseñó el chico de Akron, para él no existen imposibles.

Fotos: Getty Images

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