Anoche los Cleveland Cavaliers de LeBron James aplastaron, masticaron, escupieron y volvieron a masticar a los Boston Celtics en el juego dos de las Finales del Este. Los Cavs vencieron a los Celtics 130-86 y le proporcionaron la caída de sus vidas los de Brad Stevens.
La derrota, por un margen de 44 puntos, es la más amplia en la historia de las Finales del Este y la peor que jamás ha sufrido un equipo sembrado #1 en cualquier Conferencia. Además fue la derrota más grande en playoffs en la historia de los Celtics, y los 130 puntos que anotaron los Cavs son un récord de franquicia.
Por sí fuera poco, Avery Bradley fue humillado por King James. LeBron ya había hecho una monstruosa jugada en el primer partido de la serie cuando clavó el balón sobre la pequeña humanidad de Isaiah Thomas, pero al Rey no le bastó y decidió regalarnos otra joyita en este partido.
Kelly Olynik recuperó el balón para los Celtics e inició un contragolpe. El canadiense le envió un pase largo a Avery Bradley y éste intentó depositar la bandeja, pero LeBron James apareció para negarle los puntos y silenciar al TD Garden. La jugada de inmediato nos hizo rememorar el histórico tapón de James a Andre Iguodala en las Finales de la NBA del año pasado.
Ahora los Celtics tienen la casi imposible tarea no perder los dos partidos siguientes en Cleveland, si quieren traer la serie de regreso a Boston y tener, aunque sea, una migaja de esperanza para seguir en la búsqueda del titulo. Mientras esperamos a ver si eso pasa, aquí les dejamos el resumen del juego de anoche.