No todos los futbolistas tienen la oportunidad de terminar bajo sus términos su carrera profesional. Se podría decir que 50 y 50 son de los que se van bien y la otra mitad por la puerta de atrás por diferentes circunstancias.
Así le pasó a Emmanuel Eboué, lateral derecho marfileño que vivió una gran época con el Arsenal. El defensor llegó a ser bastante bueno en su tiempo, titular indiscutible y seleccionado de su país.
Estuvo seis años en Londres y como todo jugador, su carrera nivel con la edad comenzó a bajar. En 2011 pasó al Galatasaray donde tampoco lo hizo mal, pero ahí inició la declive.
Después pasó libre al Sunderland, estuvo un rato sin trabajo, firmó con el Ocagi de Chipre, pero la vida le tenía más de una desgracia preparada.
En entrevista con el diario The Mirror, Emmanuel confesó que su vida está en una etapa muy difícil. Tuvo que dejar de futbol a sus 34 años debido a una enfermedad. Perdió todo en el divorcio, no ha visto a sus hijos en casi un año, está durmiendo en el piso del departamento de un amigo y ha tenido tendencias suicidas.
Desafortunadamente, la vida lo ha golpeado mucho en los últimos años. De ahí, Eboué dice: “Solo quiero que Dios me ayude, solo él puede quitarme estos pensamientos de encima”.
Por si fuera poco, su abuelo (el encargado de criarlo de pequeño) falleció hace poco, al igual que su hermano. Y para acabarla, tiene que entregar la última propiedad que le queda a su exesposa.
Finalmente, Emmanuel explicó que quiere que los jóvenes futbolistas aprendan de sus errores. En un mundo donde chicos de 20 años ganan millones de euros, deben de tener temple, madurez pues el dinero se va…