Kyler Murray fue el jugador más codiciado de la primera ronda del Draft de la NFL. Arizona fue dueño de la primera selección y unió al quarterback de la universidad de Oklahoma a sus filas.
Sin embargo, esta no fue la primera vez que Murray forma parte de un proceso de Draft. La primera fue en 2015, cuando formaba parte de la Universidad Texas A&M, todo estaba armado para que formara parte de la primera ronda al ser considerado el mejor atleta del año y ser la nueva joya del beisbol. ¡Sí, del beisbol!
Murray estuvo muy cerca de convertirse en jugador de Grandes Ligas en 2015, pero decidió dejar el proceso del Draft para seguir practicando dos deportes en su universidad: beisbol y el americano.
¿Por qué beisbol?
No es extraño que Murray se sintiera atraído por dos deportes. Su padre, Kevin Murray, fue quarterback de Texas A&M, pero también jugó en ligas menores con los Cerveceros.
Sin embargo, su padre no fue el único vínculo de la familia con el beisbol. Su tío, Calvin Murray, llegó a Grandes Ligas, donde jugó cinco temporadas con San Francisco, Texas y Chicago, por lo que analizó la opción de probar suerte en 2018 de nueva cuenta para llegar a Grandes Ligas, ahora como atleta de la Universidad de Oklahoma y una supuesta oferta de 3 millones de dólares para retomar el beisbol tras jugar americano en el otoño de 2017.
“Tiene velocidad para robar bases y un swing lo suficientemente veloz para producir un poder promedio”, destacó la página la MLB en junio de 2018.
Murray terminó por elegir el americano y el sueño de la NFL está prácticamente conretado, en gran parte gracias al head coach de Arizona, Kevin Sumlin, quien también fungió como su entrenador colegial en Oklahoma.