Por Miguel Ángel Delucio | @miguel_delucio
El sismo que afectó a México ha sacado lo mejor de cada uno de los mexicanos. Cientos de miles de personas han dado veracidad a lo que dicen nuestro himno nacional: “Un soldado en cada hijo te dio”. Entre estos “nuevos” soldados llenos de entusiasmo por ayudar salieron también nuestros ídolos.
Entre los voluntarios no sobresalieron, porque todos somos iguales ante los ojos de la tragedia, se mostraron al mundo los deportistas aztecas y lo que no lo son. Se quedó de lado el color del equipo, la rivalidad o cualquier cuestión deportiva. Todos, absolutamente todos mostraron su amor al país como ellos lo sintieron.
Con donaciones millonarias como la de Sergio Checo Pérez o Saúl Canelo Álvarez. Saliendo a la calle a recoger escombros como Jesús Corona. Recolectando y movilizando víveres como Edson Álvarez, como Paco Jémez. Y también mandando dinero aunque estén a lo lejos, como Eduardo Herrera, Carlos Peña o Javier Chicharito Hernández junto a Miguel Layún.
Estos ídolos de muchos no aprovecharon su posición para no ensuciarse las manos, al contrario. A pesar de ser personas privilegiadas han mostrado su lado más humano, cada quién a su manera, pero han ayudado a un país que no importa lo que pase, siempre se levanta.
Las figuras del deporte, esos en que son personas por la cuales muchos vivimos nuestros sueños resultaron humanos, resultaron ser simples mortales. Personas asustadas pero a la vez inspirados por este temor para hacer algo, para levantarse y llevar a cabo lo que su corazón les dictó.
Justo es en estos momentos donde se ponen la misma camiseta que los voluntarios, que los binomios caninos, que los civiles que han levantado piedra por piedra. Es un colectivo que a pesar de ser igual, nota entre la multitud a su jugador favorito, a ese que parece inalcanzable haciendo lo mismo que él. Eso es un impulso anímico muy grande.
Estos ídolos del deporte se han convertido en héroes así como cada una de las personas que puso su granito de arena. No importa si les sacaron una foto, pues al final eso queda en el recuerdo. No importa cómo fueron vestidos, porque no era desfile de modas. Lo que importa es que ayudaron, vieron a un México caído por el sismo y no se quedaron con los brazos cruzados.
Son estos los ídolos que se convirtieron en héroes…
