Japón recibió el 2021 con un incremento en los contagios de coronavirus y declaró estado de emergencia en la ciudad de Tokio, la capital del país y sede de los Juegos Olímpicos, que se celebrarán el del 23 de julio al 8 de agosto, después de ser aplazados en 2020.
En Tokio se registran al menos mil contagios nuevos cada día, como parte de la tercera ola de contagios. El gobierno impuso nuevas restricciones, aunque no son tan severas como la que se vivió entre abril y mayo del 2020. Actualmente se mantienen abiertas las escuelas, pero se han cerrados bares y restaurantes, al ser considerados los puntos de mayor transmisión.
Con estas medidas, el gobierno de Japón espera que se pueda controlar el nivel de contagios entre febrero y marzo, pero también ha puesto en duda una vez más la organización de los Juegos Olímpicos.
Japoneses no quieren Juegos Olímpicos
Una agencia de noticias de Japón realizó una encuesta y reveló que el 80 por ciento prefiere que los Juegos Olímpicos sean aplazados una vez más o cancelados. Será hasta finales del mes de marzo, cuando se tenga un panorama más claro, pero en el mismo gobierno comienzan a dudar.
Takeshi Niinami, asesor económico del primer ministro japonés, Yoshihide Suga, expresó, de acuerdo con Marca: “No estoy seguro de si podremos celebrar los Juegos Olímpicos de Tokio o no... pero debemos hacer todo lo posible”.
Comité Olímpico espera vacunas
El Comité Olímpico Internacional (COI) se vería limitado en su intención de contar con aficionados en los eventos deportivos, en caso de que la justa se lleve a cabo.
Pero para garantizar la celebración de los Juegos Olímpicos, el COI desea que los atletas que participen sean vacunados, sin embargo, también son conscientes de que la vacuna debe ser distribuida entre los principales grupos de riesgo, por lo que se encuentra a la espera de otra alternativa.