Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ya están aquí. Luego de meses de incertidumbre, dudas y la pandemia de COVID-19 que todavía no termina, la justa arrancó con eventos de softbol, futbol, remo, tiro con arco y por supuesto, la inauguración.
Sin embargo, no es la primera vez que Tokio pasa por algo así. Tenían en sus manos los Olímpicos de 1940 y estos no pudieron llevarse a cabo. Hace casi 81 años el mundo también vivía situaciones muy complicadas, pero no se trataba de una pandemia, sino de la política y la Segunda Guerra Mundial.
Elección y renuncia de Tokio
En agosto de 1936, el Comité Olímpico Internacional (COI) eligió la sede para los Juegos Olímpicos de 1940: Tokio. La ciudad japonesa obtuvo 36 votos y Helsinki recibió 27.
Se planeó que la justa comenzara el 21 de septiembre y terminara el 6 de octubre, el presupuesto era superior a 12 millones de yenes. Incluso se eligieron el judo y el beisbol como los deportes de exhibición.
Los preparativos marchaban conforme lo estipulado, el programa quedó listo y Tokio se llenó de carteles que promocionaban los Juegos Olímpicos. Sin embargo, los problemas políticos del país interfirieron poco a poco.
De acuerdo con National Geographic, la geopolítica fue uno de los motivos que desencadenaron las modificaciones. Los antecedentes se remontan a la invasión del ejército imperial a la Manchuria china en 1931, así que la tensión era muy grande.
Conforme avanzaron las semanas, la población de Japón pidió que el dinero destinado a la justa se usara con fines militares. Además, aparecieron amenazas de un boicot británico y estadounidense, así que los organizadores no tuvieron otra elección: renunciaron a la sede.
Los Juegos Olímpicos de Helsinki
Ante la decisión que tomaron los japoneses, el COI anunció en 1938 que la sede alternativa sería Helsinki, Finlandia. En menos de dos años, esta ciudad tenía que lograr lo imposible: construir una Villa Olímpica, dar a conocer su programa y ampliar su capacidad hotelera para recibir a miles de aficionados.
El Estadio Olímpico de Helsinki se inauguró ese mismo año y el programa contemplaba el arranque el 20 de julio. Por su parte, la ceremonia de clausura se llevaría a cabo el 4 de agosto.
Ante el corto lapso de tiempo, el gobierno finlandés brindó un crédito extraordinario de 200 millones de marcos finlandeses (en este momento serían más de 800 millones de pesos). Por si fuera poco, el ayuntamiento de la capital aportó 100 millones de marcos más.
Todo estaba listo, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial frenó los preparativos y posteriormente los Juegos Olímpicos. Con ello, la edición de 1940 recibió el nombre de los Missing Games o los Juegos Ausentes.
¿Compensación para Tokio y Helsinki?
Tras la suspensión definitiva de la justa olímpica en 1940, también se cancelaron los Juegos de Londres 1944. El conflicto armado terminó en septiembre de 1945 y por obvias razones, el deporte pasó a segundo plano.
Años después, tanto Tokio como Helsinki compitieron nuevamente por organizar una edición del evento. Primero fue turno de los finlandeses en 1952 y los japoneses hicieron lo propio en 1964; Londres recibió su oportunidad en 1948.