Los Juegos Olímpicos son la mayor aspiración de muchos atletas. Para la delegación mexicana, algunas ediciones se han complicado y hay figuras que rescatan el orgullo de millones de personas, este es el caso de Juan Fabila, quien consiguió la única presea en Tokio 1964.
Originario de la Ciudad de México, nació el 5 de junio de 1944. El gusto por el box comenzó desde pequeño, pues su padre, José Fabila, se dedicó a lo mismo y fue campeón en los barrios de Tlalpan, San Ángel y Tacubaya.
“Siempre me porté y me he portado bien. ¿Le he pegado a muchos? Eso sí, porque venían a buscarme pleitos. En la primaria pleitos y pleitos, ya me iban a expulsar; me expulsaron de la secundaria. Yo no los provocaba, me provocaban“, dijo en entrevista con Crónicas de Asfalto.
Luego de que los directores de la escuela tomaran esa decisión, eligió el gimnasio. Juan Fabila sólo tenía 14 años de edad, pero empezó a entrenar y boxear en forma, hasta que tuvo su primera pelea 2 años después: “Son emociones muy fuertes y vas agarrando la experiencia“.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 1964
Lo que pudo ser una victoria más en los Juegos Centroamericanos de 1962, terminó antes de tiempo gracias a unos tacos callejeros. Poco antes de viajar a Jamaica, el boxeador sufrió una fuerte infección estomacal que provocó su ausencia.
Un año después, en los Juegos Panamericanos de Sao Paulo, destacó y sólo perdió una pelea por decisión. A opinión personal de Juan Fabila, el encuentro estuvo robado, pero al menos lo impulsó a las eliminatorias de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.
Con 20 años ya cumplidos, evitó que México regresara de la justa con las manos vacías. Sus primeras peleas fueron relativamente sencillas y un día antes de la ceremonia de clausura, enfrentó al surcoreano Chung Shin Cho en la semifinal; la derrota lo dejó con el bronce en las manos.
Antes, dejó en el camino a Sadek Aliakbar de Irán, Pak Chaw de Hong Kong y Oleg Grygoryev, representante de la ya inexistente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y medallista de oro en Roma 1960.
Más allá de tratarse de la única presea para México en 1964, también significó el fin de una larga racha: el país llevaba 28 años sin conseguir una sola medalla en esta disciplina. La última fue de Fidel Ortiz en Berlín 1936.
Cabe resaltar que aquella edición de los Juegos Olímpicos llevó consigo algo similar a una compensación. Tokio tenía en sus manos la sede de 1940; sin embargo, la Segunda Guerra Mundial y la política cambiaron los planes en un abrir y cerrar de ojos.
Después de Juan Fabila, podemos hablar de estrellas mexicanas como Alfonso Zamora, Juan Paredes, Mario González, Cristian Bejarano e incluso Misael Rodríguez, medallista en Río 2016. El famoso pugilista de Tokio 1964 se retiró 10 años después, con una derrota por KO técnico y su récord se quedó en 6 victorias y 2 peleas perdidas.