El banquillo de la Selección Mexicana es uno de los asientos más calientes en cualquier equipo nacional. Juan Carlos Osorio está en el ojo del huracán casi todos los días y mientras unos lo quieren, otros lo odian. El colombiano es un entrenador que divide opiniones, así como las fronteras dividen países.
Un gran porcentaje de la prensa y la afición mexicana no están satisfechos con el trabajo de Osorio y no por los números sino por las formas. A los ojos de muchos, México tiene poco volumen de juego y las individualidades son las que han sacado la cara ante los problemas de coordinación de la Selección Azteca.
Este grupo generalmente también opina que se está desperdiciando una gran generación de jugadores mexicanos debido a las controvertidas rotaciones de Osorio o al hecho de que el colombiano pone a futbolistas en posiciones que no dominan. Por ejemplo, Luis Reyes en la contención u Oswaldo Alanís de lateral izquierdo.
Lo cierto es que el “volumen de juego” y el hecho de si México “juega bonito o no” son percepciones subjetivas. En lo cuantificable el Tri de Juan Carlos Osorio ha sido casi impecable. Sólo ha perdido dos partidos: el 7-0 contra Chile en la pasada Copa América y un reciente amistoso contra Croacia.
Luego de la Copa América Centenario, la Selección Mexicana no ha obtenido ningún resultado adverso en una competición oficial. De hecho, bajo el mando del colombiano México derrotó a Estados Unidos en Columbus, va caminando rumbo al Mundial y está en Semifinales de la Copa Confederaciones por primera vez desde el 2005.
Cuando unos números tan impresionantes no satisfacen a todo el mundo sabes que hay un problema con las formas; mas no con los resultados. El asunto es que los incomprendidos métodos de Osorio están funcionando para ganar pero a los ojos de muchos no para jugar bien. El jueves el Tri enfrenta su primera prueba de fuego en Rusia cuando se mida a Alemania (B) en duelo de eliminación directa. Por eso es buen momento para preguntarnos qué tendría satisfechos a los detractores Juan Carlos Osorio.
