João Maia es un fotógrafo brasileño que, sin importar nada, sigue ejerciendo la profesión que más le apasiona.
Y ustedes dirán, “pus muchos hacen lo que les gusta, ¿no?”. Sin embargo, lo destacable de João es que hace todo su trabajo fotográfico … ¡y es ciego!
Después de perder la vista a los 28 años a causa de una uveítis (enfermedad que inflama los ojos y daña la visión), João Maia –ahora de 41–, dedica su tiempo a tomar fotos de las competencias de los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
La impresión que ha causado en el público al no dejarse caer por la deficiencia visual que padece, le ha llevado a ser toda una celebridad. Él mismo ha dicho que ya perdió la cuenta de la cantidad de entrevistas que ha dado, y su perfil en Instagram ha pasado de tener algunos cientos de seguidores hace un par de meses, a contar con más de 7000 en lo que va de su cobertura periodística de las últimas dos semanas de los Paralímpicos.
Pero se preguntarán: ¿cómo lo hace para tomar fotos si está ciego? Pues verán, Maia no está solo por ahí, vagando por el mundo, ya que para poder realizar su trabajo de forma adecuada recibe la ayuda Ricardo Rojas, el descubridor de su talento.
Además, João todavía tiene un rango de visión muy corto que le permite distinguir algunos colores y sombras, los cuales le ayudan a saber qué está registrando su lente.
Sin rendirse y tratando de cumplir sus objetivos, él mismo intentó colarse entre los competidores de una de las preseas paralímpicas, pero no logró pasar de las fases clasificatorias. No obstante, su mentor le otorgó la acreditación como fotógrafo que necesitaba para acercarse a su sueño y estar dentro de la competencia… al menos registrándola en imágenes.
Como una muestra más de que no todas las personas en el mundo buscan fama y fortuna, lo único que él espera de su repentino reconocimiento público es que al finalizar los Juegos pueda seguir trabajando como fotógrafo para algún medio, cubriendo los deportes y las competencias que tanto le gustan.
Ya ven, como dicen por ahí, no se necesita nada más que la fuerza de voluntad y el deseo de superación para salir adelante.
