La delegación mexicana continúa con la cosecha de medallas en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. En las últimas horas cayeron una presea de bronce y dos de oro, cortesía de Eduardo Ávila, Amalia Pérez y Jesús Hernández.

Este último se llevó la prueba de 150 metros combinados en la categoría SM3 de la para natación. Originario de Guanajuato, detuvo el cronómetro en 2:56.99. Y aunque subir al podio no es una novedad para él, sí es su primera medalla dorada paralímpica.

La alegría de la medalla fue evidente en cada momento y no solo eso: Jesús Hernández nos regaló emotivas imágenes junto a Ahmed Kelly y Grant Patterson, ambos de Australia, pues celebraron con un abrazo y divertidas poses.

Ahora también cuenta con una presea de bronce histórica: es la medalla 300 para México en Juegos Paralímpicos. La competencia fue 50 metros pecho en categoría SB2. Y para cerrar su participación en Tokio 2020, Hernández se llevó otro tercer lugar en los 2oo metros libres S3.

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Su palmarés crece gracias a los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019: ganó plata en 50 metros pecho en clasificación SB3; oro en 50 metros dorso S4, plata en 50 metros libres S4, y plata en los 100 metros libres S4.

Hernández también es medallista en Campeonatos Mundiales y con 29 años de edad, tiene una trayectoria digna de admirar y apoyar.

Jesús Hernández y una constante competencia deportiva

Desde la perspectiva de Jesús Hernández, la para natación no es el único deporte que practica. Cada día de su vida es una competencia diferente; sí, la vida es una disciplina más. Al vivir en la Ciudad de México, el campeón olímpico enfrenta la poca adaptación a las sillas de ruedas.

Escaleras por todos lados, pocas rampas, instalaciones descompuestas y gente que no respeta los lugares destinados para quien usa una silla, unas muletas o una andadera: “Mejor ver la vida como un deporte, asumir sus retos, plantear objetivos, ser competitivo y prepararse para un día más, ¿no?“, dijo en entrevista con GQ México.

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Hernández padece parálisis cerebral y una malformación congénita de hombros, así como afectaciones desde su nacimiento. Después fue diagnosticado con cáncer en las vías urinarias. Lo que parecerían obstáculos o motivos para rendirse, solo provocaron que el nadador tomara fuerza para seguir adelante de la mano del deporte.

Después de mi parálisis de sufrir cáncer, vas entendiendo que el motor está en la mente. Necesitas una motivación, necesitas inspiración y tener quien crea en ti para empujar tu confianza, pero también necesitas tener muy claro de dónde vienes, dónde estás y a dónde quieres llegar. Yo en la alberca encontré mi destino y lo asumí. Prefería jugar básquetbol, pero alguien notó el tamaño de mis brazos y acabé en una piscina, y no he parado“, agregó.

Todo esto se vio reflejado en resultados; primero, la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 y ahora, el oro en Tokio 2020. Su gran ídolo es Juan Ignacio Reyes, a quien por cierto enfrentó, así que busca seguir sus pasos a través de un legado propio.

@CulturaCiudadMx

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Escribo de deportes en Sopitas.com. Estudié en la UNAM y luego pasé por PressPort y la Agencia Notimex. Veo futbol como si me pagaran por ello, pero también soy fan del beisbol, el tenis y la Fórmula...

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