Al escuchar el nombre de Jessica Long posiblemente no tengas idea de quién es o qué hace, pero su historia vale la pena contarla y a detalle. 28 años de ser una de las atletas paralímpicas más laureadas de los Estados Unidos.
Hemimelia peronea es la afección con la que nació y por la que le tuvieron que amputar ambas piernas a los 18 meses de nacida. Nació en Rusia y fue adoptada por padres estadounidense para que creciera en Baltimore.
Sus padres biológicos la dieron en adopción cuando ellos tenían 16 años. “Creo que fue muy valiente, y no sé qué habría hecho si estuviera en su situación, a los 16 y teniendo este bebé discapacitado del que sabían que no podían cuidar. Quiero decirle que cuando la veo, en todo caso, le tengo tanto amor a ella, a mi mamá, porque ella me dio la vida”, comentó en un documetal sobre su vida.
Aprendió a caminar con prótesis y a partir de ese momento comenzó a practicar diferentes actividades deportivas como la gimnasia, fue porrista, hizo ciclismo antes de aprender a nadar en la alberca de su abuelo y comenzó la magia.
En la natación encontró vocación y desde Atenas 2004 hasta Río 2016 tuvo 23 medallas en Juegos Paralímpicos y 13 de ellas son preseas doradas, una carrera sin duda alguna para admirar por todos los logros que ha conseguido.
Tomó notoriedad gracias a un comercial de Toyota emitido durante el Super Bowl LV, en el que promocionan su historia de adopción y en que peculiarmente en 2014 hubo una pieza en video llamada: “Long Way Home“, que en su traducción es largo camino a casa.
Long Way Home
La historia de Jessica Long comprende un viaje de Estados Unidos hasta el país en el que nació, Rusia y esto lo hace con la intención de conocer a sus padres biológicos y conectarse con sus raíces en aquel país.
En este documental conoce a su madre por primera vez. “Fue algo sorprendente, algo especial. Lo voy a recordar para siempre“, fueron sus palabras después del emotivo encuentro.