FIFA y polémica son dos palabras que van de la mano, así como catsup y hamburguesa. De nueva cuenta, una Copa del Mundo se ha visto envuelta en una controversia. Resulta que durante la Mundial Sub-20 que se celebra en Corea del Sur, Japón e Italia protagonizaron un curioso partido.
Nipones e Italianos empataron a dos y bueno a primera vista el resultado no tiene nada de extraño; después de todo hubo cuatro goles y, en algún punto del partido, ambos equipos buscaron anotar. Sin embargo, la realidad fue distinta.
El empate le daba el pase a la segunda ronda a los Azzurri como segundo lugar de grupo y colocaba a Japón a nada de la clasificación, como uno de los mejores terceros. Dicho resultado comprometía la clasificación de Argentina, pero parece que eso poco les importó a los jóvenes del partido.
A partir del minuto 87, con el tanteador empatado, los italianos comenzaron a pasarse el balón de un lado a otro entre los defensores y el portero; así transcurrieron los segundos mientras los delanteros asiáticos simplemente trotaban de un lado a otro pero no ejercían ninguna presión real. Los pases entra la zaga italiana duraron cinco minutos ¡CINCO MINUTOS! hasta que el juego fue interrumpido por el cuerpo médico para atender a un jugador japonés que quedó lesionado y un minuto después el arbitro pitó el final del encuentro. Fue casi como el partido entre México y Portugal en Los Simpson.
Ver este tipo de cosas en chavos de tan corta edad realmente derrumba los restos de fe que uno pueda tener en el fair play. No es posible que chamacos de 18 o 19 años estén pensando en arreglar un resultado en vez de querer ganar; cualquiera de los dos equipos que obtuviera el triunfo en este partido igual habría calificado.
Italia y Japón en el Mundial Sub-20 hicieron La Jaula De Pajaro de Los Super Campeones. pic.twitter.com/5sUUEuXnoa
— Damián M. Verdasco (@RanaMatiusTV) 27 de mayo de 2017
La FIFA debería de investigar este encuentro, pues resulta sospechoso que cuando se celebra un Mundial en Corea del Sur ocurran este tipo de cosas. Quién no recuerda aquellos partidos de los surcoreanos contra España e Italia en Mundial del 2002, juegos en los que fue evidente que había algo raro.
