Dicen que “al perro más flaco se le cargan todas las pulgas” y en este caso aplica para los Jaguares.

El Estadio Víctor Manuel Reyna recibió un partido de veto, luego de la invasión de cancha en el juego entre Chiapas y Santos que se suscitó en la Jornada 16 del Clausura 2017, en la que hubo varios policías y civiles lesionados.

La sanción fue notificada por la Comisión Disciplinaria y el club que acaba de perder la categoría deberá pagar este castigo en la Liga de Ascenso… Si es que no desaparece, pues hasta el momento sus dueños, los hermanos López Chargoy, no han dicho “esta boca es mía”, para garantizar que el equipo seguirá en el circuito de ascenso.

A 17 días de aquel incidente se informaron las consecuencias: “Se sanciona al Club Jaguares de Chiapas por contravenir los artículos 50, 51 y 53 (Inciso K) del Reglamento de Sanciones, haciéndose acreedor a una multa económica y veto de Estadio por un partido”.

Un hombre que resultó lesionado tras aquellos incidentes/ MEXSPORT

Como se recordará, tras la invasión fueron detenidas 26 personas, entre ellas nueve menores de edad, acusados de alterar el orden público y agredir a seis elementos de seguridad.

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