Jack Grealish es uno de los hombres claves en el esquema de Pep Guardiola en el Manchester City, pero, le costó mucho trabajo y criticas adaptarse a esta faceta como titular.
Llegó al Manchester City como uno de los fichajes más caros del futbol inglés -y del mundo-, algo que ya le ponía un peso extra en esa presión que le caía en la espalda.
Y, a decir verdad, su primera temporada como Cityzen fue desastrosa. Si la presión era mucha por la millonada que se pagó por él, con su primera mala campaña… mucho más.
Pero, Jack Grealish supo reponerse a las adversidades de su mala temporada con el Manchester City, hablando a nivel individual, porque colectivamente ganó unos cuantos títulos.
Recuperarse mental, física y futbolísticamente fue sencillo, porque en la joven vida de Jack Grealish, situaciones más complicadas y fuertes, son las que ha tenido que vivir.
La carrera de Jack Grealish en el futbol
Aunque actualmente defienda los colores del ManCity, el inglés tiene un amor pasional con otro equipo, del que se hizo ídolo cuando comenzó a jugar de manera profesional.
Es fan de toda la vida del Aston Villa, de hecho, toda su familia es fan de los ‘Villanos’, por lo que desde que comenzó a patear un balón, su sueño fue jugar para el equipo.
Entró a la academia del Aston Villa y comenzó su proceso hasta el profesionalismo, pero antes de eso, vivió un préstamo al Notts County, en donde explotó como futbolista.
Regresó al Aston Villa para la temporada 2013-2014 y no se despegaría del club de sus amores. Estuvo en las buenas y en las malas, porque debutó en Premier League y se fue con el equipo hasta la segunda división.
De hecho, cuando el Aston Villa estaba en segunda división, Jack Grealish se convirtió en uno de los mejores jugadores del equipo y artífice de que volvieran a la Premier League, no sin antes, llevarse una trompada de un fan rival (que le dio la vuelta al mundo).
Manchester City aparece en su camino
El sueño de su vida era defender los colores del Aston Villa, pero la vida le tenía otra cosa para su futuro, porque con tan buen rendimiento, muchos ojos se pusieron sobre él.
Principalmente el de Pep Guardiola, que desembolsó mucho dinero (en realidad fue el dueño del City) para amarrar a Jack Grealish y así lo hizo, aunque, como ya mencionamos, no fue tan fácil llegar a un equipo como el ManCity.
Se sabe que no es un jugador goleador, sino más asistidor, pero en su primer año, la adaptación le costó gacho y la titularidad no la vio tanto como esperaba, pero Pep fue paciente porque conocía su capacidad.
Para la presente temporada (2022-2023) y con la venta de Raheem Sterling, el hombre que le había quitado el puesto en la titularidad, la oportunidad de afianzarse llegó.
En su primera temporada como Cityzen, Jack Grealish tuvo dos mil 730 minutos y 10 participaciones en goles, y ya como pieza clave de Guardiola tiene dos mil 671 minutos jugados (casi los mismos que la campaña pasada y con partidos por jugar), además de 14 participaciones en goles.
Básicamente, la confianza de Guardiola le ha hecho que su nivel de juego sea el mismo por el cual se fijó el Manchester City en él y hasta superar sus mejores momentos.
Y después de todas las criticas, de todo el hate que se llevó; Guardiola le dio la confianza para ser titular en la final de Champions League y se llevó el trofeo a casa.
¿Quién inspiró a Jack Grealish?
Como buen fan del Aston Villa, uno de sus jugadores favoritos fue Paul Merson, que posiblemente no sea tan conocido mediáticamente, pero su juego inspiró a Jack Grealish.
En el esquema de Guardiola, el inglés ha encontrado su lugar como extremo izquierdo, pero en sus inicios jugaba como media punta, de creador, como se conoce en el llano… de ’10’.
Y todo por la influencia de Paul Merson, al que Jack Grealish vio jugar en esa posición durante mucho tiempo y hasta tuvo la oportunidad de conocer a su ídolo terminando un entrenamiento.
La dura infancia de Jack Grealish y una pérdida irreparable
Muchas veces la vida pone pruebas complicadas, sin importar la edad, la madurez o la conciencia de la gente. Jack Grealish vivió una situación complicada cuando tenía cuatro años.
Jack Grealish presenció la muerte de su pequeño hermano, Keelan Daniel, que con nueve meses falleció por muerte de cuna. Algo que marcaría al jugador de por vida.
Cuando tenía siete años, ganó su primer trofeo a la edad de siete años, tomó su medalla y la donó a su escuela en honor a su hermano fallecido, que gracias a este gesto, en la escuela se crearía el torneo “The Keelan Daniel Grealish Memorial Cup”.