Lo que necesitas saber:

La tarde del 26 de marzo de 1939, un partido entre el Asturias y el Necaxa terminó en un incendio que arrasó con todo un estadio.

En Sopitas.com buscamos rescatar del olvido aquellas historias del deporte que merecen ser rescatadas del olvido y difundidas. Una de ellas es la del legendario Parque Asturias, uno de los estadios sobre los que se edificó el futbol mexicano y que fue escenario de uno de los capítulos más tristes de este deporte en nuestro país.

El Club Asturias: Un histórico del futbol mexicano 

No podemos hablar del Parque Asturias sin antes adentrarnos en la historia del Club de Futbol Asturias, equipo fundado el 7 de febrero de 1918 por Jose Menéndez Aleu, Ángel H. Díaz y Antonio Martínez Cuétara, quienes para mantener un vínculo con sus raíces reunieron a un grupo de españoles que emigraron de Asturias a México.

Los colores elegidos para el equipo fueron los distintivos de la región asturiana: camisa azul y pantalón blanco. Debido a que la sede del club se encontraba en una impresionante casona ubicada en la esquina de Puebla y Orizaba, de la colonia Roma, fue conocido como el equipo de “La Casona”. 

Los éxitos deportivos del club tardaron poco en llegar, cuando en la temporada 1922-1923, se coronó en el torneo de Primera Fuerza de la FMF, aun en la época amateur del futbol mexicano, de la que se volvió protagonista. 

Entre los campeonatos ganados por el Asturias, destacan los ocho torneos de Copa que ganó entre 1921 y 1941 (tomando en cuenta los certámenes coperos organizados en el país). Actualmente, el Asturias ostenta el récord de ser el equipo que más veces ha ganado este torneo en la historia del futbol mexicano.

El incendio del Parque Asturias, la primera gran tragedia del futbol mexicano.
Jugadores del Club de Futbol Asturias, en la década de los años 30. Credit: Mediateca INAH

La casa del futbol mexicano en el Distrito Federal

La primera cancha de este club se encontraba sobre Paseo de la Reforma, en donde actualmente se ubica la glorieta de la Palma  y avenida de los Insurgentes. Este campo, inaugurado en 1918, fue nombrado como Parque Asturias, aunque también fue conocido como Campo Alianza, y fue uno de los primeros recintos donde se jugó al futbol en la Ciudad de México. 

Sin embargo, los días de gloria de este estadio fueron breves, ya que para la temporada 1934-1935 cerró sus puertas con un emocionante duelo entre el España y el Necaxa. En ese enfrentamiento, los “electricistas” pusieron fin a su impresionante racha de 12 victorias consecutivas, un récord que permaneció intacto hasta que el Club León logró igualarlo en 2019.

Para compensar este vacío, se construyó un nuevo Parque Asturias en las inmediaciones de la colonia Vista Alegre, cerca de la calzada San Antonio Abad. Este estadio, construido principalmente de madera, tenía una capacidad oficial para 25 mil espectadores, aunque en ocasiones albergó sobrecupos de hasta 30 mil aficionados. En su época, fue reconocido como el estadio más moderno de México.

Las historias que se contaron en el Parque Asturias  

El nuevo Parque Asturias abrió sus puertas el 1 de marzo de 1936, con un partido entre el Asturias y el Botafogo de Brasil, que terminó 4-2 a favor de los locales. Esa tarde, el delantero Efraín Ruiz inscribió su nombre en la historia del futbol mexicano al convertir el primer gol en ese estadio. 

Dos meses después, este campo recibió su primer partido oficial, cuando el Atlante y el Necaxa protagonizaron un vibrante empate a 4 goles, en un duelo correspondiente a la fecha 16 de la temporada 1935-36. 

Su primera final tampoco tardó mucho en llegar. El domingo 28 de junio de ese año, el Necaxa superó 2-1 al Asturias, y se adjudicó la Copa México. 

No exageramos al decir que en este estadio se vivieron algunos de los capítulos más importantes de la historia del futbol mexicano, pues además de fungir como sede del Asturias, también fue casa de los clubes América, Atlante, Marte y España; además de ser la casa de la Selección Nacional en varios encuentros amistosos. De hecho, el debut tricolor en esta cancha fue el 12 de septiembre de 1937, con un duelo contra Estados Unidos que la escuadra nacional ganó 7-2.  

El incendio del Parque Asturias, la primera gran tragedia del futbol mexicano.
Partido entre el Necaxa y el Asturias. Credit: Mediateca INAH

El Incendio del Parque Asturias

Si pudiéramos hablar del día en el que el futbol mexicano perdió su inocencia, entonces deberíamos referirnos a la tarde del 26 de marzo de 1939. Ese día el Asturias y el Necaxa se enfrentaron en un duelo por el primer lugar del torneo y que podría ser definitorio: El Necaxa necesitaba ganar para mantener sus aspiraciones al título.

Era tanta la expectativa, que desde días atrás los aficionados de ambos equipos se vieron involucrados en varias riñas y pleitos. Cuando finalmente llegó la fecha del partido, desde horas antes del silbatazo inicial las tribunas lucían un lleno pletórico. 

Como era de esperarse por lo que estaba en juego, los primeros minutos del juego fueron tensos y con entradas muy duras. En ese tenor, el jugador que más sufría los embates del rival era Horacio Casarín, figura del Necaxa y máximo ídolo de la afición mexicana en aquella década. A pesar de la consigna que tenían los jugadores del Asturias de detenerlo “cómo fuera”, Horacio Casarín marcó el primer gol del partido.

Las patadas siguieron cayendo sobre Casarín, hasta que al minuto 20, el defensa José Soto entró arteramente sobre la rodilla del necaxista, provocando que no pudiera seguir en el encuentro. Enfurecidos, en la tribuna de sol los aficionados comenzaron a encender fogatas en el estadio.  

Incendio en las tribunas del estadio Asturias en el encuentro Necaxa-Asturias
Mediateca INAH

Aunque el Asturias logró empatar, el Necaxa pronto retomó la ventaja. En los minutos finales, Fernando Martos, árbitro del encuentro, pitó un penal a favor del Asturias. Aunque la marcación fue justa, los aficionados reaccionaron de forma enfurecida prendiendo varias luminarias.

Derivado de esta pena máxima el marcador nuevamente se empató, dejando al Necaxa sin posibilidades de llevarse el campeonato. En las tribunas, las llamas alcanzaron el reloj y el marcador de madera, provocando un incendio que se salió de control. Como si se tratara de una amarga del destino, aunque los bomberos llegaron pronto poco pudieron hacer, pues las bombas de agua carecían de agua.

El incendio del Parque Asturias, la primera gran tragedia del futbol mexicano.
Tribunas consumidas por el fuego en el Parque Asturias. Credit: Mediateca INAH

Una hora después, el Parque Asturias quedó reducido a un grupo de maderas, vigas y cenizas humeantes. Esta tragedia marcó el principio del fin de los estadios de madera en nuestro país, y dejó un triste precedente de las consecuencias de llevar al fanatismo desmedido la pasión por un deporte

Reconstrucción y cierre definitivo 

A pesar de la tragedia, los directivos del Asturias no perdieron el tiempo y en menos de un año reconstruyeron el estadio. La nueva apertura fue el 28 de enero de 1940, con un partido amistoso internacional entre un combinado de los equipos España y Asturias, contra el Vélez Sarsfield, de Argentina, que terminó 3-3. 

A pesar de este renacimiento, el regreso del Parque Asturias estuvo lleno de dificultades que le impidieron seguir siendo el estadio de futbol más importante de la Ciudad de México. En 1946 se inauguró un escenario más grande, moderno y funcional: El Estadio de la Ciudad de los Deportes, que fue adquirido por el empresario Moisés Cosío Gómez. 

Los equipos España, Marte, América y Atlante prefirieron seguir jugando en el Parque Asturias, debido a que los costos operativos y de renta eran menores. Por ello, el señor Cosio decidió también comprar el Parque Asturias con la intención de cerrarlo y así obligar a que todos los juegos de la capital se llevarán a cabo en la Ciudad de los Deportes. Finalmente este plan no se pudo concretar, pues los pleitos legales y sindicales, así como el peso específico que el Club Asturias tenía en la liga permitió que por un par de años ambos estadios operaran de forma simultánea, hasta la desaparición del equipo asturiano en julio de 1950.   

La noche del jueves 12 de octubre, el Marte venció 3-1 al América, en un duelo de la jornada 4 de la Liga 1950-51, siendo este el último juego de primera división celebrado en este inmueble

Y aunque en los años subsecuentes el estadio seguiría albergando juegos de futbol de la segunda división y amateur, poco a poco fue cayendo en desuso hasta su cierre definitivo en 1957. 

En 1963, el terreno donde se ubicaba este inmueble fue vendido en 1963 y en su lugar se construyó una tienda de autoservicio de la entonces nueva cadena “Comercial Mexicana”. 

En la actualidad, esa tienda se convirtió en un Soriana. A simple vista parece un supermercado común y corriente que se ubica a unas calles del metro Chabacano, donde las personas y clientes se pasean sin saber que en ese lugar, hace 85 años ocurrió la primera gran tragedia del futbol mexicano.

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“Creo firmemente que detrás de cada evento hay historias apasionantes que merecen ser contadas”. Con casi 15 años de experiencia en distintos medios, he aprendido la importancia de comunicar con...

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