Si no vieron la inauguración de la Copa Confederaciones, no fueron los únicos. Nadie se dignó a pasarla en la televisión mexicana, ni siquiera el sistema de paga que tiene los partidos en exclusiva.
Además, los comentarios de los periodistas en Rusia no fueron buenos. La mayoría coincidió que no había nadie en el estadio, a la gente no le importó la ceremonia y sólo entró a la hora de ver el juego inaugural. Las fotos le dan la razón a los reporteros, pues se ve muy poca, y se podría decir nada, de gente.
Aún así, se nota que los organizadores le echaron ganas. Muchos colores, grandes referencias culturales para su nación y, como está el mundo, mucha seguridad.