Después de una larga espera, más larga que el resto de sus compañeros en el Milán, el sueco Zlatan Ibrahimovic regresó a las canchas tras superar una lesión durante la última etapa de la cuarentena, durante un entrenamiento con los rossoneros.
Ibra disputó su primer partido desde 8 de marzo, en el duelo contra el Genova, con el cual Milán cayó 2-1. Frente al SPAL, correspondiente a la actividad de la jornada 29 de la Serie A, el delantero sueco volvió a una convocatoria e ingresó de cambio para el segundo tiempo, a los 65 minutos, por Ante Rebic.
El sueco se levantó a calentar antes de finalizar el primer tiempo, cuando el partido se encontraba 2-0 a favor del SPAL, el peor equipo de la Serie A jusnto al Brescia y que se quedó con un hombre menos, tras la expulsión de Marco D’Alessandro, a los 43 minutos.
Ibrahimovic llegó al Milán media temporada, luego de no renovar contrato en la MLS con el Galaxy. En ocho partidos disputados, siete de ellos como titular, el sueco había marcado tres goles y se perdió los juegos de la reanudación de la Serie A contra Lecces y Roma, además de las Semifinal contra la Juventus de la Coppa Italia, después de una rotura del sóleo.
En los 25 minutos sobre el terreno de juego, Zlatan aportó presencia en el ataque del Milán, sin embargo faltó siempre una conexión que le permitiera al sueco un hombre más incómodo para la zaga del SPAL, aunado a la falta de ritmo con la que el sueco se presentó de regreso a la cancha.
