Roberto Alvarado representa una de esas historias de superación. Hoy forma parte de la convocatoria de la Selección Mexicana pero su historia tiene algo más profundo.

Se convirtió en el jugador más joven en debutar en el Ascenso MX. Lo hizo con el Celaya cuando sólo tenía 15 años y 21 días. Para llegar a entrenar con el club, tenía que trasladarse desde Salamanca, ciudad de Guanajuato a Celaya todos los días.

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Para cubrir los gastos del traslado, la mamá de Roberto Alvarado tenía que vender frituras. La ganancia se usaba para pagar los viajes. El sacrificio de su madre fue clave en la carrera del mexicano.

Su talento llamó la atención. Tanto que los visores del Manchester City lo llevaron a probarse con el club en 2015. Alvarado gustó al club y estaba a punto de firmar su contrato con los ‘citizens’. No obstante la regla de no poder fichar a jugadores jóvenes, impidió su llegada a la Premier League.

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Hoy por hoy estaría codeándose con jugadores como Leroy Sané o el propio Ederson, pero el destino no lo quiso así. Y el ‘Piojo’ Alvarado lo supo aceptar. Regresó a Celaya y sabía que era un nuevo comienzo para él.

Esperó su oportunidad y fue cuando Gustavo Díaz tomó el banquillo de los Toros en 2016. El ‘Chavo‘ le dio la oportunidad en 13 partidos, mismos en los que marcó 6 goles. En ese torneo el Celaya se metió hasta las semifinales.

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Pachuca lo vio y lo llevó a sus filas, junto con Sergio Vergara. No obstante no tuvo los minutos que esperaba y jugó más tiempo con la Sub-20. Su debut en Primera División fue el 14 de enero del 2017.

Sólo estuvo seis meses con los Tuzos, antes de que lo vendieran al Necaxa. Con la intención de fichar a Edson Puch, los de Hidalgo incluyeron al ‘Piojo’ en la negociación. Y con los Rayos se llenó de gloria al ganar su primer título: la Copa MX en el Clausura 2018.

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No dejó de brillar en ningún momento. Por eso Cruz Azul lo llevó como uno de los refuerzos para su renovación. Ha sido titular en 5 de los 7 juegos de la Máquina en el Apertura 2018 e incluso ya marcó gol.

Ahora es parte de la nueve generación de la Selección Mexicana. Su vida es un ejemplo de no rendirse, de superar los obstáculos y de entender que las cosas, no siempre salen como uno lo espera.

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¿Por qué le dicen ‘Piojo’?

No, no es por el flamante técnico del América. A Alvarado se le dice ‘Piojo’ por su admiración al ex futbolista argentino, Claudio López.

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