El brutal asesinato de George Floyd ha revivido la protesta hacia la violencia racial en Estados Unidos, un tema que lleva muchos años siendo silenciado, pero que cada vez resulta más evidente y difícil de ocultar. Esas protestas desde hace algunos años, se han convertido en un movimiento, uno que en su momento le costó la carrera a Colin Kaepernick en la NFL.
En 2016, año de elecciones presidenciales en Estados Unidos, la ola de violencia racial aumentó de manera alarmante, iy a finales de noviembre –después de que Donald Trump se convirtiera en presidente–, según cifras de The Washington Post, 171 personas de raza negra habían perdido la vida a manos de un policía. Y aquí fue cuando el movimiento #BlackLivesMatter, fundado en 2013, tomó más relevancia.
Pero alzar la voz no sólo se podía dar desde un escenario social, político y cultura, sino se debían ocupar todos los lugares posibles a donde se dirigiera la atención de las masas. Y un campo de football americano, uno de los deportes más representativos de la cultura americana, fue la mejor oportunidad para hacer un llamado y se escuchara en todos lados.
Por eso, el entonces quarterback de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, decidió no pararse mientras se entonaba el himno de Estados Unidos. En lugar de pararse junto a sus compañeros y poner su mano en el corazón, se hincó y agachó la cabeza. Fue en un partido de pretemporada, pero el mensaje ya se había dado…
En ese momento, Kaepernick, uno de los pocos mariscales de campo de raza negra en la NFL, explicó que no podía mostrar orgullo hacia la bandera de un país que oprimía a la gente de color como él, y también aseguró que no tenía miedo de las represalias que la liga mostrara hacia él por una protesta social y necesaria en un evento deportivo.
En ese entonces, como mencionamos, Donald Trump era candidato republicano (grupos conservadores) a la presidencia de Estados Unidos, y declaró que si Colin Kaepernick no estaba a gusto con las políticas del país, era mejor que lo abandonara. Esto es algo similar a lo que dijo recientemente sobre los manifestantes en Minnesota al llamarlos “matones”.
La carrera de Colin Kaepernick:
Esa temporada estuvo marcada por protestas de Colin Kaepernick, y con la llegada de Donald Trump a la presidencia, todo terminó mal para el mariscal de campo que llevó a los ‘Niners‘ al Super Bowl tres años antes.
Trump pidió a la NFL que sancionara y hasta posiblemente despidiera a los jugadores que protestaran. Al parecer, para el presidente de Estados Unidos, esto era una clara falta de respeto a la bandera y al país. Lamentablemente, esa temporada de 2016 fue la última para Colin Kaepernick.
Fue el propio ‘Kap‘ el que mencionó que anularía su contrato con la franquicia para probar la agencia libre. Los ‘Niners‘ le mostraron apoyo durante la protesta y su salida quedó marcada por una mala temporada.
Sin embargo, hace unos días, el exvicepresidente de la NFL, Joe Lockhart, reveló que la salida de Colin Kaepernick y su posterior veto en la liga, fue porque “no era bueno para el negocio” y ningún equipo estaba dispuesto a tomar el riesgo por él.
“Ese era un riesgo comercial que ningún equipo estaba dispuesto a asumir, ya sea que el propietario fuera un partidario de Trump o un liberal desanimado. Ningún propietario estaba dispuesto a poner el negocio en riesgo por este problema“, declaró para CNN.
Y ahora, a 20 años de protestar con una rodilla en el campo frente a una bandera que se pinta racista, un hombre de raza negra fue asesinado en manos de policías de manera injusta, descarada, y bajo un discurso de odio que ha sido replicado por el resurgimiento de las extremas derechas en Estados Unidos y el propio presidente del país.
George Floyd, tristemente, fue la gota que derramó el vaso en un momento de crisis social, cultural, política y económica que se potenció con la pandemia de COVID-19. ¿Por qué la mayoría de los desempleados y la mayoría de víctimas fatales por el virus son de raza negra?
Las respuestas son complejas, demasiado, pero todo tiene que ver con el trato de exclusión basado en la desigualdad que la comunidad afroamericana ha vivido desde hace cientos de años cuando llegaron en embarcaciones los primeros esclavos africanos, durante el crítico periodo de segregación y ahora con la brutalidad policiaca que no comenzó este 2020 con Floyd, sino lleva años y años de ejecutarse en un país que prefirió someter una protesta pacífica y simbólica como la de Kaepernick, y que ahora se enfrenta a miles de personas enojadas que están dispuestas a reconstruir un país racista.