Philadelphia es uno de esos estados que están acostumbrados a vivir el futbol -y todos los deportes- de una manera diferente, más pasional que nunca, aunque esa misma pasión a veces se confunde un poquito, ya sea con Eagles o Steelers.
En la NFL, tradicionalmente los Steelers se han robado los reflectores en el estado de Philadelphia, porque los Eagles son más conocidos como los underdogs, como Rocky.
Así que, los Steelers con su cortina de acero, el éxito del equipo y la brutalidad con la que jugaban en defensa, eran conocidos como los malotes de su estado.
Y los Eagles eran ese equipo que siempre luchaba y luchaba, pero normalmente se quedaba a la orilla del gran momento, del gran partido y de ganar ese tan ansiado campeonato.
Peeeero, hay algo en lo que los Steelers jamás le podrán ganar a Eagles y tiene que ver con los aficionados, y es que la locura de los fans de las Águilas es brutal y bastante conocida, al punto que los Eagles contaban con una cárcel en el mismo estadio, llamada ‘Eagles Court’.
La famosa ‘Eagles Court’, una cárcel en el estadio de Eagles
Cuenta la leyenda, que en el Lincoln Financial Field existe una cárcel o bueno, existía. Sí, ese estadio tenía una cárcel cuando fue inaugurado, aunque fue cerrada poco tiempo después por lo cual la existencia de la cárcel se convirtió en una especie de leyenda urbana que ronda al rededor de Eagles.
La cosa es que, en el viejo estadio de Eagles, el Veterans Stadium, también había una cárcel para aquellos aficionados rebeldes, aunque, también duró muy poco tiempo.
De acuerdo con el SFGate, Eagles decidió que deberían tener una cárcel por una situación que sucedió en 1997, en un partido contra 49ers. Y es que, el equipo de Philadelphia iba perdiendo y un fan sacó una pistola de bengalas –obviamente la metió de contrabando– y disparó contra otra sección del estadio. Afortunadamente no hubo heridos, pero sí muchas peleas que llegaron a los puños.
“A pesar del hecho de que sentimos que hemos logrado avances significativos en los últimos años con respecto a la conducta de los fans en el Veterans Stadium, lo que presenciamos fue sin duda un paso atrás“, dijo Jeffrey Lurie, dueño de Eagles, a los periodistas en ese entonces.
También tenían una sala de audiencias
Tras estos hechos de violencia, los Eagles tomaron cartas en el asunto y se les ocurrió la idea de incluir una cárcel ya de paso una sala de audiencias para aquellos fans rebeldes.
El juez Seamus Patrick McCaffery y otros jueces voluntarios estarían para los días de partido, y se encargarían de manejar a los fans que fueran detenidos por la seguridad del estadio.
La llamaron ‘Eagle Court’ y la mayoría de los que caía era porque intentaron introducir alcohol, pelearon contra otros aficionados o vendieron toallas en el baño.
Se dice que cuando los policías agarraban a alguien con las manos en la masa, se declaraban culpables y la sentencia era una multa entre 150 y 300 dólares, además de servicio comunitario, pero si se declaraba inocente, enfrentaban cargos más graves y hasta tenían una fecha en la corte.
Después, Eagles se mudaría a otra casa en 2003 y también tendría una cárcel instalada, pero no se usó mucho, de acuerdo con Billy Penn, en el primer año hubo 78 arrestos en el primer año del estadio en comparación con 309 en 2002, el último año del Veterans Stadium.
Y finalmente, acabaría siendo más esa leyenda urbana que una realidad, aunque sí fue real.
