Muhammad Ali es uno de los deportistas de mayor renombre en el mundo y en la historia. Pocos como él han conseguido un dominio brutal de su deporte, especialmente cuando se trata del boxeo. Pero por ahí hay historias ocurridas más allá de los cuadriláteros que merecen ser conocidas: un día como hoy, pero de 1967, Muhammad Ali rechazó al ejército de los Estados Unidos.
Era un 28 de abril como cualquier otro, hace 53 años, cuando Muhammad Ali se presentó en Houston junto a varios jóvenes igualmente convocados para unirse a las Fuerzas Armadas. El ya para entonces campeón olímpico y campeón del mundo había mostrado su rechazo al ejército públicamente meses antes: “No tengo nada contra los Vietcongs”, expresó en alguna ocasión; pero ese día firmó oficialmente su negativa.
Formado junto a los demás, Ali no respondió ni dio un paso al frente cuando fue llamado tanto por el nombre de Cassius Marcellus Clay, ni cuando lo llamaron por el nombre que él mismo adoptó gracias a su relación con el Islam. Fue entonces que un oficial le pidió que lo siguiera para advertirle del problema en el que se estaba metiendo.
Las consecuencias contra el gran campeón:
Tras firmar la declaración donde hacía oficial su negativa de unirse a las Fuerzas Armadas, el mundo se le vino encima al gran boxeador. La Comisión Atlética de Nueva York lo desconoció como campeón del mundo y le retiró su licencia de boxeador profesional. En días posteriores, más estados tomaron la misma medida contra Ali. Se vivía la Guerra de Vietnam: no estar de acuerdo con el conflicto bélico y no “defender al país”, no era muy bien visto que digamos.
Pero esas no fueron todas las consecuencias que Muhammad Ali enfrentó. Un par de meses después, el 20 de junio del mismo año, recibió una condena de cinco años de prisión y una multa de 100 mil dólares por declinar al ejército.
A pesar de que libró la cárcel gracias a una fianza que le permitió libertad condicional y gracias a diferentes apelaciones que llegaron al Tribunal Supremo de los Estados Unidos, esta situación privó al mundo por un buen rato de su talento en el ring.
“Hemos estado en prisión por 400 años. No voy a viajar al otro lado del mundo para ayudar a asesinar y quemar a una nación pobre simplemente para continuar la dominación de los amos blancos sobre esclavos de piel oscura. El verdadero enemigo de mi gente está aquí”, dijo Muhammad Ali sobre su negativa de unirse al ejército, en palabras recogidas por ESPN.
La época en que Muhammad Ali comenzó a conquistar al mundo del boxeo, era una época difícil en los Estados Unidos. Ya no eran los tiempos de la esclavitud, pero aún se vivía la segregación racial entre blancos y gente de color. En cafeterías, el transporte público y otros lugares, personas como él no eran bien recibidas o tenían sitios asignados. Resulta comprensible, para cualquiera hoy en día, su rechazo al ejército de los Estados Unidos.
