El futbol esconde historias maravillosas. Una de ellas es la de Dele Alli. Uno de los hombres clave del Tottenham que sobrevivió a una dura infancia para brillar con luz propia.

Sus 53 goles y 45 asistencias en 171 partidos con el Tottenham no habrían sido posibles sin una mentalidad de hierro como la de Dele Alli. Desde niño acostumbrado a ganarse la vida con su propio esfuerzo y aprendiendo a vivir, sin el respaldo de nadie.

Dele Alli nació en Milton Keynes. Su nombre completo es Bamidele Jermaine Alli y aunque juega para la Selección de Inglaterra, también tiene ascendencia nigeriana. Su padre, Kehinde Alli, era un príncipe millonario que lo abandonó apenas una semana después de que naciera.

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Posteriormente volvió a buscarlo, cuando tenía 8 años y se lo llevó a vivir a Lagos (Nigeria). La vida de pequeño de Dele era un constante sufrimiento. Sus padres estaban divorciados pero él presenció todas y cada una de las peleas que tuvieron.

Sólo estuvo tres años con su papá, antes de que lo volviera a abandonar. En esta ocasión se fue a Londres a vivir con su madre. Ese haya sido quizá el mejor cambio que tuvo Alli en su infancia, pues fue ahí donde comenzó a jugar futbol. Más allá de que su mamá era alcohólica y él tuvo que sufrir los estragos de su enfermedad. Una consecuencia de su ruptura matrimonial. De nombre Denise, su progenitora tuvo a Dele y a tres hijos más, todos de diferente padre.

Las continuas peleas en casa orillaron a Dele Alli a buscar la comodidad que no tenía, en otro lado. Se comenzó a juntar con los chicos de su barrio. Iba de un lado a otro con tal de regresar muy tarde a su casa o si por él fuera, nunca volver. Hasta que los padres de Harry, su mejor amigo, decidieron darle asilo por un tiempo. Preocupados por verlo vagar de un lado a otro.

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La familia de Harry lo adoptó oficialmente y esa decisión, literalmente le cambió la vida. Desde entonces, él no ha querido hablar más de sus padres biológicos o de sus hermanos. Su pasado es algo que quiere dejar totalmente en el olvido.

Su primera convocatoria para un partido como profesional llegó a los 15 años, cuando ya había pasado un buen tiempo en las categorías inferiores del Milton Keynes Dons. Y su debut con el primer equipo fue hasta el 2 de noviembre del 2012.

La calidad nata de Dele Alli lo llevó a jugar 88 partidos, anotando 24 goles y dando cinco asistencias durante tres temporadas. Antes de que el Tottenham se fijara en él. El equipo que le dio la oportunidad de jugar en la Premier League.

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Desde 2015, Alli ha destacado por su capacidad goleadora y su posición en el medio campo. Uno de los hombres clave para Mauricio Pochettino y para los Spurs, pero que dejó claro una cosas desde que llegó. “Siento que no tengo ninguna relación con el apellido Alli“, declaró.

Para Dele el recuerdo de su infancia será difícil de borrar. Quizá cargue con el siempre. Pero el ejemplo que le ha dejado no sólo al futbol, sino a todo el mundo es que las barrera son mentales y que cada quien libra sus batallas como prefiere.

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