Cuenta la anécdota que en el lejano mayo de 1872, cuatro guardabosques escoceses cumplieron el sueño de tener un club propio.
Peter y Moses McNeil, Peter Campbell y William McBeath, todos menores de 20 años, decidieron llamarle Rangers al equipo, luego de ver el nombre en un anuario de rugby inglés.
Nació como un un conjunto protestante, alineado a la derecha política, apegado al imperio británico, con un profundo sentido nacionalista y anti-inmigración, cuyos orígenes estuvieron relacionados a las élites económicas de la sociedad.
Su nacimiento se entiende también como una reacción al Celtic, club que nació unos años antes por la corriente migratoria de Irlanda, que llegaba a Escocia en busca de un mejor nivel de vida. Los irlandeses eran católicos, de bajos estratos económicos y alineados a la izquierda del mapa político. Así, como en la mayoría de los clásicos del mundo, un equipo surgió como reacción a otro.
Desde sus orígenes, Rangers decidió incorporar a sus filas sólo a protestantes, medida que iba desde los jugadores hasta los empleados más modestos. Además, le negaba toda oportunidad de crecimiento a aquellos que contraían matrimonio con mujeres católicas.
Apenas un mes después de su creación, el Glasgow Rangers disputó el primer partido de su historia ante Challander FC, y al año siguiente se hizo oficial su fundación cuando los cuatro creadores del club eligieron a los responsables de cada área.
Por aquellos tiempos nació también uno de los clásicos más añejos de Europa. El Celtic se enfrentó por primera vez con el equipo de los ya conocidos como leñadores el año de su nacimiento. Fue un triunfo de 5-3 en favor de los de camiseta verde y blanca.
La rivalidad entre los dos clubes más grandes de Escocia trasciende el plano futbolístico. Rangers, un club de tradición protestante, ante el Celtic fundado por un marista católico cuya intención era asistir a los inmigrantes indigentes irlandeses de Glasgow.
Con el paso de los años, Rangers escribió una historia llena de gloria al grado de que se convirtió en el equipo que más Ligas locales había ganado en todo el mundo: 54. Presumía en sus vitrinas 33 Copas de Escocia y 27 Copas de la Liga, todo un récord.
Sin embargo, así como probó las mieles del triunfo, conoció la amargura en su estado más puro…
El 27 de junio de 2012 es recordado como el día con más dolor en la historia de los hinchas del Rangers, pues el club recibió la sentencia de descender a la Cuarta División del balompié escocés.
Tras 139 años de historia, azotado por una deuda económica que ascendía a 60 millones de euros, el equipo fue castigado y condenado a la desaparición.
De esta manera el club tuvo que ser refundado y empezar de cero desde las profundidades del balompié escocés, pero fue tanta su grandeza, que tuvo los arrestos para volver.
Tras cuatro años de condena y con un nuevo nombre, Rangers FC, denominación actual del histórico Glasgow Rangers, selló su regreso a la Premier League de Escocia, tras imponerse en Ibrox Park al Dumbarton por 1-0.
Esta histórica institución es la nueva casa de los mexicanos Carlos Gullit Peña y Eduardo Herrera, ahora convertidos en ‘leñadores’.