36 años después, la calma le llegó al Hijo del Santo. Quizás su Peter Pan se hizo mayor, quizás es tiempo de mirar su legado y mirar para atrás. El Hijo del Santo mira al Sr. Guzmán, el hombre que lo ha llevado toda su vida, lo conoce a la perfección, pero le nota algo distinto, será culpa de su piel, tal vez se hizo mayor.

¿Quién sabe? La única certeza es que quiere contar su historia, la de ambos. La del luchador y la del ser humano, una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hide. En su Santuario, el hombre detrás de la máscara le habló al ídolo del ring.

“Una vez le escribí una carta al Hijo del Santo, nos dijimos nuestras verdades. Él me dijo que le debía la fama a su máscara, yo le dije que sin mi (Sr. Guzman) no existiría.”, le platica a Sopitas.com, el increíble Hijo del Santo

Foto: @ElHijodelSanto

El Sr. Guzman es un elegido de los dioses de la lucha libre. Es una especie de Hércules o de Perseo, semidioses que tuvieron que demostrar que eran dignos de sus padre, Zeus. El Hijo del Santo, le tuvo que demostrar al Santo, su padre,  que su legado no tendría fecha de caducidad. “Un momento muy importante fue cuando él decide a quién dejar su legado, afortunadamente fui el elegido, fue una gran sorpresa, un reto, pero no puede decir que no, aunque no sabía a lo que me iba a enfrentar”.

El Hijo del Santo no guarda un retrato en el sótano, el secreto de su eterna juventud está en el ejercicio, la disciplina que le inculcó la leyenda. “¿Oye, tienes algún brebaje de la eterna juventud? Sí-bromea, mi papá nunca se lo tomó. No, ya en serio, me siento de 40, pero eso tiene que ver con el ejercicio, la dedicación” confiesa a Sopitas.com

El hombre detrás de la máscara: El Hijo del Santo

En el documental: El hombre detrás de la máscara, el enmascarado hace un repaso de su vida, su carrera: “La gente descubrirá cosas que no se imaginan que El Hijo del Santo ha vivido, desde su niñez hasta la etapa actual. Momentos tan entrañables, como cuando Rodolfo Guzmán Huerta me pasó la estafeta para ser guardián del legado del Enmascarado de Plata”.

En este especie de diario cinematográfico, el público se dará cuenta que como en todo cuento de superhéroe, el Hijo del Santo es un ser humano con sus catarsis, sus miedos, sus demonios y su instinto de superación con una capa y una máscara de plata.

Sí, el Hijo del Santo también volaba, el ring es el gran testigo de ello.

El Hombre Detrás de la Máscara llegará a las pantallas de Cinemex de la República Mexicana durante dos semanas.

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