Cuando terminó el partido entre Inglaterra y Francia, Harry Kane se derrumbó sobre la cancha, pues minutos antes había fallado un penal con el cual su Selección pudo haber empatado el partido 2-2 y llevar la definición al alargue. Pronto una cámara se acercó a él para captar su momento, sin embargo Jordan Pickford pidió a los camarógrafos alejarse del lugar.
Ese fue el primer gesto de apoyo al delantero, quien recibió consuelo de sus compañeros en la cancha y de su entrenador en la conferencia de prensa. Desde los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 (o 2020 +1), la salud mental se ha convertido en un tema serio dentro del deporte y en países como Inglaterra se ha hecho especial conciencia sobre ello.
De esta manera, no sólo los compañeros de la Selección de Inglaterra han expresado apoyo al delantero, sino que los propios rivales franceses y es que varios de ellos militan en Inglaterra, como el portero Hugo Lloris, quien de hecho es compañero de Harry Kane en el Tottenham.
¿Qué dice Kane tras fallar el penal?
Estas muestras de apoyo quizá sean las responsables de que Harry Kane haya decidido salir de las sombras muy pronto y romper el silencio, al menos a través de redes sociales para expresar lo dolido que se encuentra tras fallar ese penal y a la vez indicar que este capítulo quedará superado en un tiempo.
“Lo hemos dado todo y se reduce a un pequeño detalle del cual asumo responsabilidad. No hay que esconderse por ello, duele y llevará un tiempo superarlo, pero eso es parte del deporte. Ahora se trata de usar esta experiencia para ser mental y físicamente más fuerte para el próximo desafío. Gracias por todo el apoyo durante todo el torneo; significa mucho”, compartió.
La ciencia detrás de los penales
Los tiempos han cambiado y también las culturas. En 1986, Hugo Sánchez falló un penal ante Paraguay y hasta ahora se le recrimina. En ese mimos Mundial fallaron un penal Michel Platini y Zico, pero el penal de las Copas del Mundo que mayor estigma ha dejado en la historia es el de Roberto Baggio, en la Final contra Brasil de Estados Unidos 1994.
Estudios aseguran que cuando un jugador falla un penal, suelen registrar previamente un estrés cerebral relacionado con una actividad intensa provocada por la presión del mismo juego y las consecuencias que puede generar si éste es fallado, aunado a la toma de decisión sobre a qué lugar va ejecutar. Kane decidió tirar fuerte y al centro, pero su disparo se fue por arriba del travesaño.
“El estrés falla penaltis”, publicó en 2017 el diario español La Razón que citó un estudio de la Universidad Internacional de La Rioja que enumera aspectos como la presión del público que anima y el que pita, preparan al cuerpo “para una situación de peligro a través de la liberación de cortisol (la hormona del estrés), el problema viene cuando esos niveles se mantienen altos a lo largo del tiempo”.
Salud mental: Compañeros y rivales protegen a Harry Kane
A partir de 2018, Reino Unido puso en marcha un plan de acción para tratar la salud mental de sus deportistas de alto rendimiento, de modo que no es de extrañarse, por ejemplo, las declaraciones de Kyle Walker, jugador del Manchester City y uno de los primeros jugadores en acercarse a Harry Kane tras al silbtazo final.
“Ganamos juntos, perdemos juntos. Ha sido un lanzador de penaltis fantástico para su club y el país. Un penalti no cambia eso. ¿Lo culpo? No, porque ha marcado tantos penaltis que me han salvado. No somos malos perdedores, no culparemos a nadie más. Seguiremos adelante”, dijo el defensa.
Hugo Lloris, rival de Kane en el partido entre Inglaterra y Francia, pero compañero en el Tottenham, aceptó que no había hablado con el delantero inglés, pero manifestó apoyo a su delantero en la Premier League.
“Tengo que ser honesto, somos compañeros de equipo, lo respeto mucho. Kane asumió la responsabilidad en un momento clave del partido. Afortunadamente para la Selección Francesa lo falló. Sé que es fuerte y es posible que piense en esto por mucho tiempo. Puedo compartir este momento de dolor con él”, indicó.
Harry Kane tiene 29 años y es uno de los delanteros más respetados a nivel internacional. Está cotizado en 90 millones de euros y tiene contrato con el Tottenham hasta 2024, año en el que se disputará la Eurocopa y posiblemente sea el último torneo de esta generación británica, incluido el estratega Gareth Southgate.