Por Daniel Montes de Oca | @montesdeoca11
Guillermo Ochoa suele ser uno de los personajes favoritos de algunos medios de comunicación y ‘periodistas’ que se empecinan en comparar, juzgar, adular o hasta condenar al guardameta mexicano.
Primero si debe o no ser titular en la Selección pese a que semana a semana es goleado, ahora en Bélgica, antes en España y más atrás en Francia. Esto además cobra mayor relevancia si se considera que Jesús Corona vive un gran momento con Cruz Azul.
De cara al juego ante Costa Rica la estéril ‘polémica’ rondaba en torno a ¿quién es mejor, el mexicano o el tico Keylor Navas?, que juega nada menos que en el Real Madrid. Las opiniones son diversas, porque aunque resulte inverosímil siempre hay quienes se prestan a esos juegos de algunos medios que buscan ganar ‘clicks’.
A Ochoa hay que reconocerle que se mantiene al margen de lo positivo y negativo que se genera a su alrededor. No suele meterse en problemas, no da una sola declaración fuera de lugar y habla en donde mejor sabe hacerlo, bajo los tres postes.
El arquero volvió a tener una actuación soberbia ahora ante Costa Rica, dejando constancia desde el segundo 15 que superarlo iba a representar una tarea titánica.
A Memo se le puede cuestionar su juego con los pies y las dudas que tiene al salir, pero demuestra una evolución constante en su técnica bajo el arco con la forma en que camina el área, cuando elige desviar a mano cambiada o si es necesario que empleé ambas.
Es un guardameta que ‘gana’ partidos, que ataja lo ‘inatajable’, que marca diferencia para acabar pronto. Y esto va más allá de si juega en la débil liga belga o si la temporada pasada fue el más goleado en la historia del balompié español, al tiempo de ser el que mayor porcentaje de atajadas acumuló.
A sus 32 años refleja una madurez invaluable sobre todo para un futbolista que se desempeña en su posición. Su capacidad y lucha inclaudicable por permanecer en el balompié del ‘Viejo Continente’, además de válidas, son dignas de reconocimiento, mismo que encuentra en el Tricolor, pues Juan Carlos Osorio lo tiene como titular pase lo que pase y con todo y sus rotaciones.
Son altas las probabilidades de que Guillermo Ochoa siga padeciendo constantes goleadas en el Standard Lieja, sencillamente porque su club es muy pobre futbolísticamente hablando; sin embargo, si el mexicano toma lo positivo de cada crítica y derrota, también hay plena certeza de que se mantendrá como el personaje favorito de quienes lo adulan o lo condenan.
A final de cuentas se habla de los protagonistas (buenos y malos), porque de los actores secundarios nadie se ocupa.