El circuito de Azerbaiyán no es cualquier cosa para los pilotos de Fórmula 1, pues es un trazado que desafía la calidad de los frenos, el poder de la unidad de potencia y a las habilidades del piloto con el volante, pues si bien cuenta con una recta en la cual los autos superan los 320 kilómetros por hora, también presenta varias curvas desafiantes, entre ellas la curva 8, conocida como la estrada al castillo.
Bakú, la ciudad en la cual se monta el circuito callejero, tiene la particularidad de conservar partes de su época antigua, incluyendo el castillo y la torre de la doncella, que es uno de los principales atractivos turísticos del lugar y una estructura icónica del Gran Premio de Azerbaiyán, que es referencia a la parte más compleja del circuito.
Azerbaiyán tiene la curva más difícil de la Fórmula 1
George Russell ha calificado la acota curva, también conocida como la entrada al castillo, como la más complicada en todo el calendario de Fórmula 1, debido a que exige precisión por parte de los pilotos a lo largo de las prácticas, sesiones de calificación y carrera.
En este lugar han quedado los restos de los autos de Charles Leclerc y Robert Kubica, quienes no pudieron tomar la curva de la manera correcta y terminaron dándole mucho trabajo a sus respectivos mecánicos en 2019.
¿Por qué la curva 8 de Azerbaiyán es la más difícil?
La curva 8 del circuito de Bakú, en Azerbaiyán es compleja desde su inclusión como parte del trazado, y es que se trata de un estrecho callejón por el cual se accede al castillo y en el cual es imposible hacer rebases.
Esta parte del circuito mide 7.6 metros de ancho, por lo cual en ese espacio caben dos autos. En 2019 los monoplazas eran más compactos, de modo que cabían tres autos, aunque ver dos o tres autos en ese espacio es imposible por la forma en la que ataca esta curva.
En la entrada de la curva, los pilotos tienen que dejar el monoplaza en una posición diagonal para eludir los bordes de los extremos y perder la menor velocidad posible. Mientras que un auto convencional tomaría esta parte a una velocidad de 16 kilómetros por hora, los pilotos de Fórmula 1 ingresan por este callejón a más de 100 kilómetros por hora.
A lo largo de una carrera, los pilotos deben pasar esta zona 51 veces a lo largo de una carrera, además de las prácticas libres y calificaciones, por lo cual los pilotos pasan por la entrada al castillo cerca de 100 ocasiones a lo largo de un fin de semana.
Si se logra tomar esta curva de manera correcta a poco más de 120 kilómetros por hora, los pilotos ganan décimas de segundo sumamente importantes. Tamar esta curva con demasiado respeto representaría perder tiempo valioso en carrera o en la qualy, y tomarla sin respeto alguno y con ligeras distracciones, es garantía de la entrada de la grúa y sin duda mucho trabajo para los mecánicos.