Es cuestión de tiempo para que la Fórmula 1 haga oficial el aplazamiento del Gran Premio de Francia, marcado en el calendario para el 28 de junio, luego de que el gobierno francés, encabezado por Emmanuel Macron, haya extendido la cuarentena hasta el 11 de mayo, así como la prohibición de realizar eventos deportivos hasta el mes de julio.
Esto ya tuvo una víctima deportiva, el Tour de Francia, el cual fue pospuesto y el Gran Premio va por el mismo rumbo, por lo que el inicio de la temporada de Fórmula 1 podría realizarse el 5 de julio en Austria, país que no ha sido tan golpeado por el coronavirus, por lo que hay disposición del gobierno para llevar a cabo la que sería la primera carrera del año, aunque sin público.
Werner Kogler, vicecanciller y ministro de deportes, aclaró que “no queremos interponernos. Vamos a permitir todos lo que sea posible y limitar lo menos posible”, comentó de acuerdo con Mundo Deportivo.
El gobierno austriaco adelantó que a partir del 1 de mayo permitirá las actividades deportivas al aire libre, lo cual son buenas noticias para los equipos de futbol, que volverán a entrenamientos en grupos de no más de seis personas.
De esta manera, el Gran Premio de Austria también tendría camino libre, incluso bajando la guardia en el tema de la sana distancia, pues cada escudería trabaja con 60 personas aproximadamente, en cada carrera, por lo que se podrían encontrar hasta mil personas, contando personal operativo y medios de comunicación, en el paddock, un espacio relativamente reducido.
Lo que preocupa es el arribo de todo el personal que opera en Fórmula 1 que proviene de otros países y quienes tendrían que lidiar con las restricciones de acceso al país.
“Esto debe ser considerado en el marco de las restricciones existentes de entrada y salida (del país). No quiero anticipar si se necesitará una exención aquí o allá”, comentó.
Ahora sería cuestión de que los integrantes de Fórmula 1 analicen las opciones y decidan sobre el futuro del Gran Premio de Austria, casa de la escudería Red Bull.
