¿Alguna vez han visto el futuro?

El reloj marca las 9 de la mañana y tras un recorrido de una hora con veinte minutos desde el centro de Londres, he llegado al condado de Woking, ubicado al suroeste de Inglaterra. La tranquilidad que rodea este lugar se percibe desde la carretera. Se trata de una de las ciudades de más reciente creación en el Reino Unido, fundada en 1950 y con una población que apenas supera los 60 mil habitantes.

Pero ¿qué es lo que hace que Woking sea tan especial para todo el mundo, al grado de recibir las visitas de la Reina Isabel y del Primer Ministro David Cameron, entre muchas otras personalidades?

En medio de sus bosques y verdes colinas, se encuentra el Centro de Desarrollo Tecnológico de McLaren, un espectacular complejo de más de 50 hectáreas dedicadas a desarrollar en el presente las soluciones del futuro.

Debo confesar que personalmente nunca me he considerado fanático ni conocedor del automovilismo, sin embargo una de las más gratas sorpresas sobre esta visita fue el darme cuenta de como esos “cochecitos de carreras” han servido para impulsar el desarrollo tecnológico que día a día busca mejorar muchas otras áreas de nuestra vida cotidiana. Es decir, no necesitas ser Fernando Alonso o Jenson Button para usar tecnología McLaren, pues aquí se desarrolla toda clase de soluciones; desde sistemas de flujo y operación para el tráfico áereo, de equipaje y pasajeros en diversos aeropuertos, hasta equipo médico que ayuda a detectar y tratar diversos malestares. Vaya, imagínense que en el Centro Tecnológico de McLaren ¡desarrollan tecnología para los trineos con los que muchos equipos compiten en los Juegos Olímpicos de Invierno!

El edificio principal es una obra de arte diseñada por Sir Norman Foster. Visto desde arriba, este complejo parecería una encarnación del Ying y el Yang, con una construcción de cristal y aluminio, que se encuentra con un lago artificial. El detalle, podría parecer simple estética, sin embargo estos dos elementos son interactivos e interdependientes. Cada uno genera al otro cierto tipo de energía; y no se podría tener el uno sin el otro.

Por un lado, el edificio de aluminio y cristal reluciente, alberga toda clase de sistemas de desarrollo automotriz, donde se genera gran calor, que al mismo tiempo se enfría por el agua del lago de poco más de 160 metros. Según cuenta Norman Foster, la misión de este complejo, es que se creara un ambiente de trabajo tan atractivo, que la gente no quisiera regresar a su casa. Excelentes instalaciones atraen a excelentes persona y ahí es donde nace la historia de este proyecto, y tiene razón, pues una vez que se pone un pie sobre boulevard principal del centro tecnológico, uno no quiere salir de ahí. Literalmente es como entrar al futuro y/o caminar por los pasillos de alguna película de James Bond o Gattaca. Paredes de cristal que facilitan una comunicación visual entre las diversas áreas que componen este complejo, arropadas por un ambiente de éxito, exigencia y trabajo en equipo permanente. Los ascensores del edificio, son cilíndricos, también de cristal y según nos explican no son elevadores, sino que simulan ser los pistones que hacen funcionar a todo un motor, capturando de esta forma los valores de la institución.

El pasillo principal es un emocionante recorrido por la historia del automovilismo, partiendo desde el Austin 7 de 4 cilindros construído por Bruce McLaren en 1954, pasando por el M12GT construido en 1969, el MC19C, primer coche con el que McLaren compitió en Fórmula 1 en 1972, el M23 de Emerson Fittipaldi con el que ganaron su primer título de constructores en 1974 t por supuesto, el MP4-1 de Niki Lauda.

Además del histórico MP4-4 de Ayrton Senna…

Para los neofitos en el deporte motor como su servilleta, es interesante saber que el MP4 de estos monoplazas no obedece a ningún formato de audio, sino que significa McLaren Project 4.

Tras el impresionante recorrido por esta colección de autos llegamos a la zona de trofeos, y un dato que vale la pena rescatar es que McLaren no permite a sus pilotos quedarse con los trofeos obtenidos en sus carreras, pues para la escudería, dicho triunfo no lo consigue sólo una persona, sino todo un equipo que trabaja permanentemente en busca de buenos resultados. De ahí que el pasillo principal de este centro de desarrollo tecnológico, esté arropado por dos grandes vitrinas donde se exhiben los más de 600 trofeos obtenidos por McLaren en sus 50 años de historia. Eso si, cabe resaltar la ironía que resulta ver la importancia que tiene el diseño como uno de los pilares del deporte motor para facilitar la aerodinámica de los bólidos ¡para que los trofeos que reciban sean más feos que los centros de mesa de la boda de Lucerito y Mijares!

Después de los trofeos, llegamos Centro de Producción McLaren que es lo más cercano que un ser humano podrá estar a ese sentimiento de Bruce Wayne cuando entra a la Baticueva, para encontrarse con las maravillas creadas por ‘Alfred’, sólo que en este caso, hay decenas de ‘Alfreds’ trabajando diariamente para el desarrollo de estos vehículos, los cuáles pasan 204 pruebas de calidad antes de poder ser probados en un circuito privado de 26 kilómetros donde los pilotos de pruebas, realizan todo tipo de maniobras con estos coches ¿¡Quién no quisiera tener su trabajo!

Contrario a lo que uno pudiera imaginar al estar dentro de un centro de producción automovilístico, lo que menos hay es ruido, pues todos los bólidos se ensamblan manualmente, por lo que se puede escuchar claramente la conversación que están teniendo los diversos equipos de trabajo, desde diseñadores, ingenieros, mecánicos, etc.

Por último, llegamos al área de pruebas, donde como es de esperarse, los mejores motores se prueban con los mejores aceites, por lo que desde hace 21 años, Mobile 1 es la marca elegida para probar todos los motores de McLaren. Hasta aquí, llegan los monoplazas de Fórmula 1 después de cada carrera para ser revisados, checar el motor, la lubricación, el aceite, ver si está contaminado o cuál fue el comportamiento del mismo durante las carreras.

Así, una jeringa extrae una muestra de aceite desde una válvula del motor, se colocan en dos receptáculos no mayores a los 10 mililitros y estos mismos se ingresan a una computadora, que analiza molécula por molécula todos los componentes de este liquido, asignando un color a cada uno de ellos, y posteriormente se pasa a la prueba de viscosidad, y una vez que se tienen los resultados, se comparten con los ingenieros de Honda para que se realicen los ajustes necesarios a cada motor previo a cada Gran Premio de Formula 1.

Cierto es que los últimos meses no han sido los mejores tiempos de McLaren, sin embargo al interior de la escuderia, están conscientes de que se encuentran en una etapa de transición donde si bien no están compitiendo por podios, si están compitiendo contra ellos mismos para seguir innovando y en no más de dos años, volver a la cima del mundo del automovilismo. De ahí la importancia de mantener en el equipo a Fernando Alonso y Jenson Button, cuya aportación y observaciones sobre los vehículos que manejan terminan siendo de gran ayuda para el desarrollo e innovación que busca McLaren.

Así, concluye nuestra visita al Centro de Desarrollo Tecnológico de McLaren y nos declaramos oficialmente listos para iniciar una semana llena de acción y adrenalina con el Gran Premio de México!

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